Cristina Kirchner quiere condicionar todo lo posible a su sucesor: a menos de un mes de abandonar el poder le exige a los diputados del Frente para la Victoria acelerar dos proyectos sobre participación de ganancias en los trabajadores, un asunto que ella misma frenó en 2010.

Con la tranquilidad de no tener que enfrentar los reclamos, ahora le encomendó le dio vía libre a dos proyectos que proponen a las empresas telefónicas y de televisión establecer una ganancia fija a sus empleados.

Se basan el artículo 14 bis de la Constitución Nacional, que obliga a implementarlo en todas las compañías, pero como nunca fue reglamentado por ley y entonces nadie quiere hacerlo. De prosperar, estas normas sentarían un precedente para reclamos de trabajadores en todos los rubros para las paritarias de marzo, en un panorama incierto por la llegada de un nuevo Gobierno.

Fue lo que quiso evitar Cristina Kirchner en 2010, cuando el jefe de la CGT Hugo Moyano, presionaba al bloque del FpV a través de Héctor Recalde, quien por entonces aún era el abogado de la central sindical.

Con el camino de la reelección, esa vez la presidenta atendió el pedido de los industriales y consideró inoportuno obedecer a Moyano. Fue una de las últimas veces que el camionero le pidió algo.

En su último mes de gestión Cristina parece haber cambiado de opinión. La semana pasada Axel Kicillof llamó a la jefa del bloque de Diputados oficialista Juliana Di Tullio, para exigirle que incluya los proyectos sobre reparto de ganancias en la sesión prevista para el jueves 26.

Los proyectos fueron presentados esta tarde por el ala dura del kirchnerismo: Héctor Recalde, Carlos Kunkel, Teresa García, Juan Cabandié, Andrés “Cuervo” Larroque y Carlos Gdansky y los sindicalistas Osvaldo Iadarola, Claudio Marín (FOETRA) y Carlos Arreceygor, del Sindicato Argentino de Televisión.

Obligan a las empresas telefónicas y de televisión a fijar un porcentaje de sus ganancias con sus empleados en las próximas paritarias. Si dejan pasar un año sin cumplir, le permite al Ministerio de Trabajo incluir en el convenio colectivo el reparto de ganancia que mejor le parezca.

La sesión del 26 no será una tarea fácil: tras la escandalosa sesión para nombrar a los auditores de La Cámpora, los gobernadores se enfurecieron y prometieron no volver a poner a sus diputados a disposición.

Pero a Cristina poco le importó y pactó una sesión para el jueves siguiente a las elecciones. Otro proyecto que les interesa es la creación de una sociedad del Estado para absorber Yacimientos Carboníferos de Río Turbio, que dejaría a la empresa en control del gobierno de Santa Cruz.

El martes debería tratarse en un plenario de comisiones, aunque una interna de la provincia de la presidenta la había puesto en duda. Al parecer, el santacruceño Mario Metaza no quedó conforme con el cierre de listas.

De todos modos a nadie escapa que el resultado del ballotage no le será indiferente a nadie. “Si Macri gana los gobernadores estarán furiosos con Cristina y La Cámpora. Y si gana Scioli también”, bromeaban en el bloque.