El diario La Nación destrozó en su editorial de hoy al director electoral, Alejandro Tullio, a quien le advirtió que no garantice el fraude en el ballotage y prácticamente le sugirió que deje el cargo en diciembre.

En la editorial titulada “Oscuros personajes”, en la que Tullio aparece en una foto junto al ministro Julio Alak, el diario asegura que el funcionario “había prometido un escrutinio rápido, pero la realidad fue diametralmente opuesta”.

“Alejandro Tullio, director nacional electoral, ha dejado consagrada el 25 del mes pasado la más inconcebible demora en la provisión de resultados de un proceso electoral”, dice la editorial en su párrafo más suave, en el que advierte que “nada menos que seis horas le demandó dar a conocer los datos provisionales de la primera vuelta”.

Luego, la editorial lo exhorta a Tullio a no hacer nuevas jugarretas el 22 de noviembre: “En una nueva promesa, que habrá que ver si es capaz de cumplir, ahora Tullio afirma que los datos oficiales del escrutinio en el ballottage del domingo próximo se conocerán a partir de las 19.30”, señala la nota.

Más adelante, Tullio recibe misiles por su currículum: “Dueño de una conducta pendular perseverante, Tullio defendió durante mucho tiempo su extensa continuidad en el cargo señalando que seguía siendo afiliado radical”, dispara la editorial y agrega que “pero cuando apareció en una lista de funcionarios aportantes a la campaña del Frente para la Victoria, terminó por desafiliarse de la UCR, a pesar de sus esfuerzos por seguir simpatizando con los dirigentes de todas las agrupaciones, muy especialmente, cada vez que puede contribuir con el reparto generoso de recursos que su situación le permite usufructuar”.

“Es llamativo que las incompatibilidades jamás lo hayan alcanzado, ni que tampoco él se haya dado por aludido, sobre todo cuando desempeñaba su cargo de funcionario al mismo tiempo que el de decano de una universidad nacional, de presidente del Colegio de Abogados de Lomas de Zamora y del Consejo de la Magistratura provincial siendo candidato a intendente por el partido de Almirante Brown”, alerta La Nación, acaso avivando a algún abogado con ganas de denunciar.

En el mismo sentido se expresa el texto en el párrafo siguiente: “Ha desarrollado cruzadas tecnológicas tanto en el ámbito del Ministerio del Interior como de la Casa de la Moneda y del Correo Argentino, obrando de nexo con la empresa española Indra, que resultó adjudicataria en la mayor parte de las licitaciones vinculadas con el escrutinio provisional”, dispara.

“Es hora de que el recambio político nos permita por fin liberarnos de personajes como los que motivan esta opinión editorial. Y será también justo y absolutamente imprescindible que, antes de que dejen sus cargos, Tullio, Alak y Aníbal Fernández rindan cuentas de sus oscuras gestiones”, concluye la editorial.