Paco Pérez dejará la Gobernación de Mendoza no sólo con las cuentas en rojo, los sueldos sin pagar y con los municipios asfixiados, sino con otro triste antecedente: uno de sus más importantes ministros y el intendente del departamento más poblado de al provincia, imputados por sendas acusaciones de corrupción.
En el caso de su ministro de Hacienda, Juan Gantús, fue imputado por el fiscal especial Daniel Carniello por el presunto delito de negociaciones incompatibles con la función pública, a instancias de una denuncia realizada por un proveedor de insumos médicos del Estado. Según la presentación, Gantús habría manipulado información para cancelar una millonaria deuda con el proveedor Rodrigo Attaguile en detrimento de otros, sin justificación alguna.
Gantús habría decidido pagarle a Attaguile una deuda por 10 millones de pesos, de 16 disponibles, para después repartir el resto en partes ínfimas con los demás proveedores del área salud. Si bien el fiscal Carniello admite que hay cierta discrecionalidad a la hora de hacer frente a un pago, ésta debe ser racional. Lo que ocurrió en este caso, es que Gantús le “hizo el favor” a Attaguile porque el proveedor tenía problemas bancarios, sin otra razón de peso que le incumbiera al Estado mendocino. Es por eso que, al menos, Gantús, deberá dar explicaciones.
A su vez, el ministro de Hacienda, en la mira en los últimos meses por los problemas a la hora de pagar los sueldos de los empleados públicos, fue electo legislador provincial en las elecciones del 21 de junio. Debería asumir la semana que viene, pero ha adelantado que no dejará el cargo antes de que termine al mandato de Paco Pérez.
El caso Lobos
El segundo golpe a Paco Pérez y a su gobierno, vino de la mano del mismo fiscal especial, Daniel Carniello, curiosamente de pasado peronista, incluso fue funcionario del Ministerio de Seguridad en la última parte de la gestión de Arturo Lafalla, a finales de los 90.
Pero respecto a Lobos, la situación es mucho más grave. El dirigente asumió la Intendencia en forma interina en el 2013, cuando el jefe comunal asumió como diputado nacional. Se trata de Alejandro Abraham, quien lo había promovido para que quedara al frente del municipio. En los primeros momentos, Lobos le imprimió vértigo a la gestión, a tal punto que este año, en la interna peronista, enfrentó a Abraham, quien quería volver, y le ganó tras un escandaloso recuento de votos.
A partir de ese momento, comenzaron las denuncias conra Lobos, primero por parte de otros peronistas, luego de algunos radicales, pero sobre todo del FIT, en la figura del concejal Federico Telera.
El edil hizo una denuncia formal ante la Fiscalía de Delitos Complejos que se resumía en una auditoría realizada por el Tribunal de Cuentas de la Provincia al periodo de gestión 2014-2015 del municipio de Guaymallén. Según el trabajo, hay al menos 5 millones de pesos que se han desvanecido según los libros de la comuna.
Valiéndose de ese informe, el fiscal Carniello decidió imputar a Lobos por malversación de fondos públicos y administración fraudulenta. Pero también citó nada menos que a siete funcionarios de la comuna a que den las explicaciones del caso respecto a los 5 millones de pesos que el Tribunal de Cuentas o encontró.
Pero más allá de la reciente imputación, las denuncias mediáticas contra Lobos se fueron acumulando sobre todo desde el año pasado a esta parte. Incluso un informe del portal MendozaPost.com, realizado con un drone, llamó mucho la atención porque mostraba la casa de Lobos (una verdadera mansión). Asimismo, el intendente electo de Guaymallén, el radical Marcelino Iglesias, viene denunciando sistemáticamente irregularidades en las finanzas del departamento.
Por favor no corte ni pegue en la web nuestras notas, tiene la posibilidad de redistribuirlas usando nuestras herramientas.
- 116/11/1514:27el que con lobos se junta .....