El gobernador electo de Mendoza, Alfredo Cornejo, planea una dramática reducción de los cargos políticos que hoy tiene el Ejecutivo local. La intención es ahorrar fondos para afrontar la dificilísima situación financiera con que se encontrará el 9 de diciembre, día del cambio de gobierno.

Para el radical y su equipo económico, los males financieros de la Provincia tienen que ver con el “despilfarro” de Paco Pérez, quien en sus años de gestión (2011-2015), no pudo tener las cuentas equilibradas ni en el primero. Así, para Cornejo la reducción de los cargos políticos en el Ejecutivo será una prioridad.

A tal punto que ya manejan números finos: de los actuales 13 ministerios, Cornejo quiere mantener apenas 5, y de los 486 funcionarios políticos que hoy hay en el Gobierno provincial, va a eliminar el 40 por ciento, es decir que podrá trabajar, según estima, con 300.

Esta cuenta, quieren los radicales que se transforme en un ahorro anual significativo para las arcas provinciales. “En Goboy Cruz lo hicimos y no tuvimos ningún problema, al contrario, bajamos el gasto y pudimos ser más eficientes”, explican desde el riñón de Cornejo sobre lo que ha hecho el intendente en su municipio.

“Y no se echó a nadie, simplemente se redujeron los cargos políticos y se congeló el ingreso de personal a la planta del municipio, así los que se jubilaban, renunciaban o fallecían, no eran reemplazados”, agregó la fuente. Algo similar sino exacto es lo que se quiere hacer en el Ejecutivo provincial, aunque con gremios mucho más combativos y poderosos que los de los municipales.

En los papeles parece todo muy interesante, pero hay un frente político que en los días previos al cambio de gobierno se revelará. En el PRO mendocino, sueñan con un verdadero cogobierno con el radicalismo. Sin la Vicegobernación, en manos de la cobista Laura Montero, los macristas locales esperan “un gran gesto” de Cornejo y una amplia convocatoria a ocupar ministerios y secretarías en todos los ámbitos del Ejecutivo.

En los planes de la UCR en general y de Cornejo en particular, el PRO tiene apenas lugar. “Acá ganó el radicalismo, Cornejo y Julio Cobos, no nos confundamos”, dicen en el riñón del gobernador electo. La visión choca con la de los macristas, quienes exigirán, según adelantan en privado, “lugares importantes en el nuevo gobierno”. Mientras, todo es radical, y con cada vez menos sillas que repartir.