Daniel “Tano” Angelici ya comenzó una cruzada para quedarse con el control de la SIDE a partir de diciembre y se topó con un competidor: Miguel Ángel Toma, que supo ser el jefe de los espías durante el gobierno de Eduardo Duhalde.

Como reveló Carlos Pagni en La Nación, el presidente de Boca Juniors a controlar la Agencia Federal de Información (AFI) que hoy preside Oscar Parrilli en el posible gobierno de Mauricio Macri.

Para quedarse con el puesto, cuyo principal atractivo es la caja millonaria de fondos reservados por los que el señor 5 no rinde cuentas, Angelici se vende como el mejor nexo de Macri con los jueces federales y el resto de los estamentos de la Justicia.

Es que el Tano es el principal operador judicial del jefe de gobierno desde hace años y logró controlar buena parte de la estructura del Poder Judicial de la Ciudad.

“Una cosa es saltar de binguero a presidente de Boca, pero otra muy distinta es saltar de presidente de Boca a número 1 de la SIDE”, señalan los detractores del ascenso del Tano, que advierten que más allá de la capacidad de operar en el fuero federal, el titular de la Side debe tener contactos con las agencias de inteligencia del mundo.

Miguel Ángel Toma.

En ese contexto a Angelici le surgió la competencia de Toma, que fue secretario de Inteligencia hasta el día de la asunción de Néstor Kirchner en 2003.

Si bien Toma arrastra un conflicto personal con el propio Macri, tiene una ventaja sobre Angelici: es uno de los pocos argentinos con aceitados vínculos con el la CIA, Mossad (el servicio secreto israelí) y el MI6 Británico.

Otra de las credenciales de Toma es el espaldarazo del misionero Ramón Puerta, que es amigo de Macri y también podría ocupar un cargo relevante en el eventual gobierno del líder del PRO. Puerta designó a Toma en el ministerio del Interior durante su mandato presidencial de 2 días en el trágico mes de diciembre de 2001.