Una nueva encuesta trae buenas noticias para Mauricio Macri: según la consultora Circuitos, Cambiemos se impondría sobre el FPV en la provincia de Buenos Aires.

El trabajo muestra a Macri obteniendo el 47,4% de los votos, frente al 40,9% que alcanzaría Scioli. Hay también 4,6% de votos en blanco, un 2% que no irá a votar y un 5,1% de indecisos. Tomando sólo los votos afirmativos y proyectando indecisos, Macri lideraría en la provincia con el 53,7% contra el 46,3% de Scioli.

Una victoria de Cambiemos en un histórico bastión peronista como la provincia de Buenos Aires sería una enorme golpe para la estrategia del FPV: desde el sciolismo ya dan por perdida la batalla en Córdoba y una repetición de las amplias victorias en el Norte del país no serían suficientes para dar vuelta una derrota en la provincia más grande del país. Por eso, aún mantienen viva la esperanza de mejorar su performance en Mendoza y Santa Fe.

La derrota en la provincia, además, sería la primera del FPV a nivel presidencial en el distrito: si bien Vidal dejó a Aníbal Fernández sin la gobernación el 25 de octubre, ese día Scioli derrotó a Macri por más de 4 puntos. En las PASO, la diferencia fue incluso mayor: casi 11 puntos y medio.

La hipotética victoria de Macri tiene una explicación simple: la migración de votos de Sergio Massa. Según la encuesta, el 58,7% de quienes votaron al candidato de UNA en octubre votarán a Macri, frente al 23,4% que optaría por Scioli.

Esta transferencia parece desmentir la idea de que el voto massista en la provincia era un voto preponderantemente peronista que migraría hacia Scioli en una segunda vuelta. La gran performance de octubre y la victoria de Vidal dejó sin margen a dirigentes massistas para hacer explícito su apoyo al FPV en el ballotage: no piensan quedarse pegados a una derrota de Scioli justo cuando comenzaría una etapa de renovación en el peronismo.

Otra dato de la encuesta, que también vienen mostrando trabajos similares, es que una pequeña -pero para nada despreciable- parte del voto de Scioli migraría hacia Macri: el 6,2% de sus votantes en la provincia pasaría a Cambiemos, tal vez un síntoma del efecto arrastre de la ola triunfalista a la que se montó la alianza desde las elecciones generales.

Ante estos dos movimientos, la repartición de votos de los otros tres candidatos no tendría un efecto determinante en el resultado de la elección, especialmente porque los votantes de ninguno terminan de volcarse decididamente por uno de los candidatos: la mitad de los votos de Del Caño irían en blanco, el 23% para Scioli y el 16% para Macri. Los pocos votos de Stolbizer y Rodríguez Saá si tienden a volcarse hacia Macri, pero con altos porcentajes de voto en blanco, e incluso algo de apoyo a Scioli.