Daniel Scioli salió con todo a seducir al sector agropecuario con promesas vinculadas a las retenciones y a las trabas comerciales que afectan a los productores a través de los denominados ROEs.

Voceros del gobernador bonaerense contaron hoy a La Política Online que en caso de ganar el balottage del 22 de noviembre, Scioli bajará "de manera muy importante" las retenciones a la soja que actualmente se ubican en un 35%.

Si bien no hubo mayores precisiones al respecto, en el entorno del gobernador especulan con que el ex motonauta estaría dispuesto a reducir unos 10 puntos los derechos de exportación al complejo sojero y llevar las retenciones de esta manera al 25%.

En rigor, se trata de una propuesta superadora a la del macrismo que prometió, a través de la Fundación Pensar, eliminar las rendiciones a la soja de manera gradual un 5% por año hasta lograr la eliminación definitiva en un plazo de siete años.

Pero las promesas de campaña del sciolismo no se quedaron ahí. También aseguraron que eliminarán las retenciones al maíz, trigo, girasol y cebada, al tiempo que tomarían la misma medida con todas las economías regionales (tal como lo habían adelantado en estos días).

En este sentido, cabe destacar que el ministro de Asuntos Agrarios bonaerense, Alejandro "Topo" Rodríguez, ya había planteado hace más de un año la necesidad de reducir el impuesto en el marco del nuevo contexto de precios internacionales de los commodities agrícolas.

Las fuentes consultadas señalaron que habrá modificaciones en los permisos de exportación (ROEs). En este punto, en el sciolismo prometen eliminarlos de manera progresiva hasta lograr "armonizar las necesidades del consumo interno con las de la exportación".

Por otro lado, en el entorno del candidato a presidente del FpV insisten con la necesidad de convocar a una mesa de diálogo a todas las entidades del sector agropecuario (entre las cuales se incluyen las gremiales, las técnicas y las cadenas).

De esta manera, en el Gobierno cuentan a este medio que el kirchnerismo duro liberó a Scioli en la búsqueda de votos independientes con la mira puesta especialmente en las más de 5 millones de personas que apoyaron a Sergio Massa el domingo pasado.

Se trataría, en principio, de una estrategia acordada entre Scioli y Cristina Kirchner, quien se enfocaría en este tramo final de la campaña únicamente en fidelidad el voto militante en donde se generaron algunas dudas en votar o no a Scioli.