El consultor político de Sergio Massa, Sergio Bendixen, ofreció hoy una definición política de fondo que complica al oficialismo: En un eventual ballotage entre Daniel Scioli y Mauricio Macri, su cliente Sergio Massa de ninguna manera apoyará al candidato del kirchnerismo.

Al ser consultado si luego de la primera vuelta del 25 de octubre pueda haber un acercamiento entre Scioli y Massa, contestó: “Yo garantizo que no. No hay manera. Sería imposible porque Sergio Massa se la jugó en 2013 para que Cristina Fernández de Kirchner no sea reelecta. Lo hizo solito. La razón de ser de su partido y de su candidato es que él piensa que el país tiene que cambiar en forma muy importante”.

En diálogo con La Once Diez, el consultor peruano opinó además que  la ausencia de Daniel Scioli en el debate presidencial, “ha sido un error garrafal de sus estrategas recomendarle que no vaya”. “En lugar de los 38 o 39 puntos que tenía antes del debate, ahora tiene 36 o 37. Entre dos y tres puntos ha perdido Scioli por el debate. Que llegue al 40% no es imposible pero parece bastante difícil. Las posibilidades de que haya segunda vuelta han aumentado”, opinó.

Más zapatos que votos. Bendixen minimizó el pase de Mónica López al kirchnerismo: “Tiene más zapatos que votos”, chicaneó y agregó que el tema “ha recibido demasiada publicidad para la importancia que merece”.

De hecho, una encuesta publicada hoy en tapa de La Nación de la consultora Poliarquía, que trabaja para Scioli, otorga al candidato kirchnerista hoy tiene un 37,1 por ciento de los votos, un número por debajao de lo que obtuvo en las primarias donde superó los 38 puntos.

Tal vez sea arriesgado atribuir la pérdida de al menos un punto al faltazo al debate, pero lo cierto es que Scioli necesita en el tramo final de su campaña diferenciarse del kirchnerismo duro para ir por el voto peronista que no comulga con el Gobierno y la decisión de no debatir lo único que logró fue emparentarlo con lo peor del oficialismo.

Esa ambivalencia de Scioli, viene de lejos. Como confirmó hoy Bendixen, en las elecciones del 2013 que ganó Massa, el gobernador estuvo muy cerca de enfrentar al kirchnerismo. “Ya estábamos organizando el anuncio de que Scioli y Massa iban a ir juntos. Estábamos discutiendo quién hablaba primero y quién hablaba segundo, dónde se iba a sentar Scioli y donde se iba a sentar Massa”, reveló.

Y explicó que la jugada se cayó porque “Scioli a último momento decidió no acompañarnos” debido a que pensó que era una movida demasiado riesgosa”.