La cercanía entre Daniel Scioli y Tabaré Vázquez viene generando un profundo malestar en la oposición uruguaya. En ese sector todavía sangran las heridas de la tensión entre uruguayos y argentinos por la instalación de planta de fabricación de celulosa en Fray Bentos, sobre la margen oriental del Río Uruguay.

El martes de la semana próxima, el candidato a la presidencia viajará a Montevideo para sumar el respaldo de Vázquez. Pero la oposición uruguaya ataca esa cercanía y le reclama el presidente oriental “prudencia”.

“No corresponden estas afinidades ideológicas en las que terminan haciendo campaña uno por el otro”, explicó a LPO el senador del Partido Nacional, Javier García. “Los países tienen que mantener relaciones institucionales. Tenemos que reestablecer las relaciones después de los problemas del pasado reciente”, agregó.

La tensión entre ambos países -inédita en tiempos recientes- se originó durante la presidencia del argentino Néstor Kirchner (2003-2007) y el primer mandato de Vázquez (2010-2015). El origen del conflicto fue la instalación de una planta de pasta de celulosa de la finlandesa Botnia (luego transferida a UPM-Kymmene).

Ese conflicto dinamitó la relación entre Néstor y Cristina Kirchner con Tabaré Vázquez, aunque más tarde la presidenta argentina tuvo tibios gestos de acercamiento durante la presidencia de Mujica.

“El amiguismo de Mujica con Cristina no sirvió para nada. Seguimos con una total falta de reciprocidad en cuanto a temas de comercio”, explicó a LPO la senadora del Partido Colorado, Martha Montaner.

“Uruguay necesita una relación de políticas de Estado con Argentina, no una relación ideológica. Además de las trabas comerciales, Argentina incumple todo lo referido a monitores de los tratados binacionales”, agregó.

Con su apuesta al diálogo, Scioli apuesta a limar esas asperezas entre ambos países si llega a la Rosada. El miércoles, el ex presidente y líder del Frente Amplio, José ‘Pepe’ Mujica, pisó territorio bonaerense para hacer campaña con el candidato del Frente para la Victoria. El ex Tupamaro fue contundente y aseguró que el triunfo de Scioli es "una cosa razonable para que no haya una fogata en Argentina".

Rafael Folonier, es quien se encarga de acercarle a Scioli a los presidentes de la región y es quien tuvo un rol decisivo en la visita de Mujica de esta semana. "Nosotros hemos ido a la campaña de allá, nos definimos a favor de la candidatura del Frente Amplio, de Tabaré, estuvimos con él en un par de actos y también el día que ganaron las elecciones", le dijo Folonier al diario El País. 

Es cierto que fue Scioli quien apostó fuerte por Tabaré cuando todavía para el ex motonauta la posibilidad de ser el candidato del Frente para la Victoria una posibilidad muy remota.

Durante la campaña para conseguir un segundo mandato, el médico uruguayo intentó conseguir el respaldo de Cristina. Pero, el círculo más cercano de la Presidenta no le perdonó las diferencias por la pasteras y nadie del entorno kirchnerista se animó a recibirlo.

El gobernador bonaerense fue a su auxilio y durante 2014 se mostraron juntos cuatro veces (dos en la campaña, una vez tras la primera vuelta y luego cuando Tabaré se impuso en el balotaje).

Aun así, otros sectores en Uruguay le reclaman sensatez y cordura a Tabaré. “Un presidente puede recibir candidato presidenciable de otro país como Scioli, pero también debería recibir a (Mauricio) Macri o a (Sergio) Massa. Nosotros debemos mantener neutralidad, Tabaré es el presidente de todos los uruguayos y todos nosotros pensamos distintos”, dijo a LPO el intendente de Colonia, Carlos Moreira.

Daniel Bianchi, diputado por el Partido Colorado, reconoce que la cercanía que mantuvieron Cristina y Mujica no fue positiva para Uruguay. Pero sostiene que la personalidad de Tabaré y Scioli son muy diferentes a las de Mujica y Cristina. “Le puedo asegurar que Tabaré y Scioli son mucho más republicanos”, dijo Bianchi a LPO.