El economista francés Jean-Paul Fitoussi esbozó ayer en Buenos Aires un pronóstico pesimista sobre la economía mundial, aunque aseguró que los países emergentes están en mejores condiciones que sus pares europeos y "podrán crecer durante un tiempo".

"El mundo no está en una buena situación económica", afirmó hoy el académico en la apertura de las jornadas "Asimetrías económicas y desigualdad social en el mundo de hoy", realizadas en la sede del rectorado de la UNTREF ubicada en el centro porteño.

Si bien reconoció que los países emergentes "tienen problemas de crecimiento", calificó que la situación es "menos grave" que la de los países desarrollados.

"Alcanzaron un límite", puntualizó Fitoussi en relación a estos últimos. "No hay suficiente aumento de productividad, se alcanzó un techo dorado imposible de superar", agregó.

“El mundo va mal. Las tasas de crecimiento son muy bajas, no se sabe qué quieren decir, porque no son significativas”, sentenció el profesor de Economía Sciences Po.

El economista dijo además sentirse "triste" por la situación de los emergentes pero consideró que la situación es "casi normal luego de diez años de crecimiento".

En esos países, señaló, se dio un crecimiento sin inversiones, aunque reconoció que en Europa la situación es peor.

"Uno de los países donde la pobreza aumentó más es en Alemania, y con Volkswagen se supo que esa nación no era tan importante como parecía y que había mucha publicidad "detrás", afirmó Fitoussi el mismo día que la automotriz alemana, sospechada de falsear los registros de emisiones de gases en Estados Unidos, anunció un recorte de costos a nivel mundial.

Entre otras definiciones, Fitoussi afirmó que "el capitalismo no es aceptable salvo que comparta la riqueza con la mayoría de la población", y aconsejó a Argentina y Brasil "no poner la economía delante de lo político" en las discusiones sobre el Mercosur, al considerar que podría producirse "una catástrofe" similar a la que se produjo en la Unión Europea con la crisis en Grecia.

"Todos los países europeos se convirtieron en los pichichos de la señora Merkel", remató.

El economista consideró además que la crisis actual es producto de una "deficiencia estructural de la demanda", aspecto que "los bancos centrales entendieron que debían resolverse con medidas de estímulo monetario y tasas de interés cero".

Sobre la situación en EEUU, Fitoussi consideró que la actual política de la Reserva Federal de mantener las tasas en mínimos históricos cercanos a cero "significa que la economía necesita oxígeno", y señaló que el crecimiento en la principal economía mundial "es un crecimiento sin empleo".

Asimismo, criticó que el principal criterio para medir la economía de los países sea el crecimiento económico, al considerar que es un indicador que "no se sabe lo que quiere decir".

"La gente ya no cree en las estadísticas, el promedio no representa las situación de nadie", subrayó.

En el panel también participaron los banqueros Rogelio Frigerio y Gustavo Marangoni, y el diputado Martín Lousteau, que llegó tarde por los incidentes que ocurrieron en la facultad de Económicas en una charla con Felipe Solá.

El primero en hablar fue el presidente del Banco Provincia, quien planteó la necesidad de "convocar inversiones" para un próximo período que no "impliquen retrocesos en los derechos de los trabajadores".

En ese sentido, destacó el rol del sector público en la “democratización del consumo” que hubo en toda América Latina. “Hay que lograr que la oferta complemente la demanda para que esta expansión sea sostenible”, consideró.

Además, se refirió a la presión tributaria en orden del 38% del PBI, que impediría a llevarla a un nivel más alto, por lo que aseguró que habrá que ajustar la “calidad” del gasto.

"Que el problema sea la calidad del empleo y no el empleo", destacó el economista, quien también reconoció "estrés" en la situación económica actual como resultado de un "deterioro de los términos del intercambio".

En tanto, Frigerio se lamentó por haber "dejado pasar la oportunidad de tanta bonanza externa" y criticó que tanto Brasil como Rusia hayan caído "en los cantos de sirena del populismo". No obstante, destacó "la importancia del Estado para salir del subdesarrollo".

“Brasil cayó en el ajuste ortodoxo y la devaluación, que no es gratis”, alertó el titular del Banco Ciudad. Según el economista del PRO, los países de la región aplican este tipo de políticas “en épocas de vacas flacas”.

El economista del PRO calculó que entre 2004 y 2014 el país recibió por exportaciones la misma cantidad de dólares que en los sesenta años previos y, sin embargo, “la Argentina tiene la misma matriz productiva que hace treinta años”.

“Tenemos la presión tributaria de Finlandia pero servicios públicos de un país africano”, comparó.

Por su parte, Lousteau se lamentó porque “hace 40 años que Argentina no aumenta su productividad en dólares”, para lo cual señaló que “necesitamos un Estado que permita mayor productividad al resto de la economía”, porque “tiene dos veces más recursos que en el año 2000, pero no se refleja en la calidad de los servicios públicos”.

“En el 2008, 2009 los países de la región dijeron ‘ya está’ porque no los golpeó la crisis internacional”, apuntó el ex candidato a jefe de gobierno porteño. Según el ex funcionario, esto hizo que países como Argentina o Brasil mantuvieran sus esquemas económicos sin mayores modificaciones, lo que derivó en la tensa situación que atraviesan hoy ambas naciones sudamericanas.