Es un mecanismo de manejo de fondos típicamente K. Se viene utilizando desde fines de 2011 para aceitar y reforzar las relaciones directas con los intendentes. Y ante el recambio presidencial que se avecina, los municipios del Gran Buenos Aires quieren mantenerlo en pie para no perder el control de los recursos y las obras.

Se trata del “Plan Más Cerca Eléctrico” que fue armado por el ministerio de Planificación de Julio De Vido y que ahora los intendentes del Conurbano buscan prorrogar a partir de diciembre con las nuevas autoridades que desembarquen en la Casa Rosada.

De manera informal, los responsables de las áreas de obras y servicios públicos de doce partidos de la zona sur han comenzado a moverse para preparar el terreno y salir a plantearles a los equipos de Scioli, Macri y Massa la “necesidad” de extender la vigencia del “Más Cerca Eléctrico”.

Creado hace casi cuatro años, el plan contempla la realización de obras de tendidos de nuevas redes de media y baja tensión, renovación de cables, mejoramiento del alumbrado público y repotenciación de subestaciones eléctricas.

Son trabajos que contractualmente deberían estar llevando adelante las empresas Edesur y Edenor. Pero tras haberle congelado sus ingresos tarifarios, el Gobierno decidió sacarle esas obras a las distribuidoras para dárselas a los municipios.

Según los números oficiales, hasta ahora se han destinado a este programa eléctrico unos 5.635 millones de pesos que en su mayor parte fueron a parar a las intendencias de la región metropolitana.

El “Más Cerca Eléctrico” funciona de la siguiente manera.

Las distribuidoras definen técnicamente cuáles son las obras prioritarias para cada partido. Con esa hoja de ruta, los intendentes bajan a reunirse con De Vido para acordar las sumas que van a recibir como “asistencia económica no reintegrable” y los plazos de los trabajos en juego. Después, los funcionarios municipales preceden a contratar y abonar las obras, las cuales deben ser aprobadas en última instancia por los técnicos de Edesur y Edenor.

Para reclamar la continuidad del plan, en la zona sur se armó la denominada “Mesa Regional de Secretarios de Obras Públicas” que integran los municipios de San Vicente, Presidente Perón, Esteban Echeverría, Ezeiza, Cañuelas, Florencio Varela, Berazategui, Avellaneda, Lanús, Quilmes, Almirante Brown y Lomas de Zamora.

Bajo la coordinación de Julio Oscar Quiros –secretario de Gobierno de Presidente Perón, el partido que más jugo le sacó al plan al haber renovado el 95% de la red de cables de distribución—, la Mesa Regional ya tiene relevadas y clasificadas las obras de baja y media tensión que habría que encarar en los próximos cuatro años

De acuerdo con los datos que barajan los técnicos municipales, la inversión total que se requiere en el área de Edesur para poder reducir las interrupciones de suministro al mínimo y mejorar la calidad del servicio eléctrico asciende a unos 4.000 millones de pesos.

En tanto, para los partidos del Conurbano que están bajo la jurisdicción de Edenor, los cálculos preliminares indican que el monto a invertir sería del orden de los 2.000 millones de pesos.

Más allá de cual sea el resultado electoral, los intendentes bonaerenses saben a partir de diciembre el clima, el mayor consumo residencial por los equipos de aire y los altos riesgos de cortes van a estar de su lado a la hora de presionar al nuevo gobierno para que extienda la existencia del “Más Cerca Eléctrico”.