Nueva York puede ser la "Capital" del mundo, pero para la Iglesia Católica el centro del mundo sigue siendo Roma. El cierre de la gira papal no casualmente fue en Filadelfia y no casualmente con un evento que buscó definir un mensaje para "adentro": El encuentro mundial de las familias.

Hoy el Papa dio misa en la Catedral de esta ciudad, la cuarta o quinta en importancia en EE.UU. Luego visitó el Independence Hall, simbolo de la independencia norteamericana, donde lo esperaban más de 40 mil personas y finalmente cerró la jornada en la denominada "Fiesta de las familias" en el Franklin Parkway donde artistas como Juanes y Aretha Franklin amenizaron el encuentro. En todo momento fue escoltado por Charles Chaput, Arzobispo local y un reconocido miembro de la ortodoxia, paradojicamente para un hombre que supo ser cercano a los "ortodoxos" en otros ámbitos más políticos, los ortodoxos de la Iglesia son los que no terminan de aceptar su perfil de "Papa de los Pobres" y se preparan para enfrentar las posiciones conciliadoras de los pro Francisco en el Sínodo que se realizará del 2 al 25 de octubre en el Vaticano y que ya género controversias en la preparación del temario.

"Sí el Papa habla de la justicia social todo el mundo va a abrazarlo no? No es tan difícil. Pero, para hablar de los valores morales y el campo de la sexualidad, el matrimonio y el aborto, es más conflictivo". La frase, reproducida hoy por la prensa local, pertenece a Gérhard Ludwing Muller, titular de la Congregación de la Doctrina de la Fe (continuadora de la antigua Inquisicion) y declarado enemigo de las posturas "compasivas" de Francisco en temas como divorcio o matrimonio gay.

El arzobispo Chaput, que hoy se mostró sonriente con el Papa, hace poco cuestionó la "confusión" del mensaje "compasivo" de Francisco en relación al divorcio y el matrimonio del mismo sexo.

En esa línea, esta el Arzobispo Chaput que aunque hoy siempre se mostró sonriente con Francisco, en el pasado cercano cuestionó la "confusión" del mensaje del Papa. Chaput, por ejemplo, defendió enérgicamente hace poco que una escuela católica local expulsará a una profesora lesbiana. Cuesta emparentar esta conducta con el perfil de este Papa.

Pero hasta ahora - resta saber que dirá mañana - Francisco durante su gira tuvo pocas concesiones para los conservadores. Apenas un cuestionamiento a la uniformidad cultural que, según el, promueve la ideología del género y una cerrada defensa de la familia tradicional aunque sin cuestionar directamente los nuevos modelos de familia.

El papa Francisco saluda al arzobispo Chaput al llegar a Filadelpia.

Por el contrario una vez más volvió a encolumnarse en la defensa de los inmigrantes - hubo en la madrugada aquí una marcha de ellos con carteles y cánticos religiosos pidiendo la "ayuda" de Francisco - y toco un punto sensible para los intereses de la Iglesia. Les pidió - a la "Gran población hispana" que no se avergüencen de sus tradiciones y que con ellas enriquezcan esta Nación. Se entiende, entre los hispanos, el catolicismo es parte indisoluble de su tradición.

Fue por más

Tal cual es el estilo que va imponiendo, Francisco fue por más. Pidió a la Iglesia "creatividad para adaptarse a los cambios" y destacó el papel que laicos y mujeres tienen en la tarea de responder a las nuevas necesidades de las familias.

Incluso pareció contestarle a quien se ha convertido en una especie de contrafigura del Papa en esta gira, el mediático precandidato republicano a la presidencia Donald Trump que pretende construir un gran muro que separe México de Estados Unidos y cuestionó la posición del Papa en el tema inmigración.

"La historia de la Iglesia en esta ciudad y en este Estado es realmente una historia que no trata solo de la construcción de muros, sino también de derribarlos", manifestó Francisco al iniciar la homilía en Filadelfia que, además, fue completamente en español.

Distintos analistas explican que en rigor, Francisco no busca modificar los dogmas de la Iglesia sino contener - por eso habla de la Iglesia como un Hospital de campaña - a los que los infringen por diferentes circunstancias de la vida pero no quieren por eso alejarse de la Institución y pretenden que sus hijos también lo hagan.

Los fieles más conservadores se aferraron a un nuevo cuestionamiento del Papa a la globalización cultural: "Si una globalización pretende igualar a todo como si fuera una esfera, esa globalización destruye la destreza y la particularidad de cada persona y de cada pueblo. Si una globalización busca unir a todos pero respetando a cada persona, a su riqueza, a su peculiaridad respetando a todos, esa globalización es buena nos hace crecer a todos y lleva a la paz", expresó, buscando atender las demandas de los que añoran al rígido Benedicto XVI.