El
acuerdo de transición financiera que firmaron el gobernador Paco Pérez y su
sucesor, Alfredo Cornejo, contenía una bomba d eprofundidad que ya detonó el
peronismo mendocino: los superpoderes que la ley de financiamiento le otorga al
radical durante sus cuatro años de gestión.
Intendentes y legisladores peronistas estallaron al anoticiarse de la novedad, cuando el viernes pasado el proyecto ingresó a la Legislatura tras ser firmado Pérez y Cornejo, tras la conferencia de prensa que brindaron en la Casa de Gobierno de Mendoza.
“Tendríamos analizar fríamente el impacto de estos superpoderes, lo que sería hasta coherente con lo que ha venido siempre pidiendo Cornejo, quien en estos dos últimos años nunca aceptó darle al Gobierno la autorización para endeudarse”, chicaneó la titular del bloque de diputados provinciales del kirchnerismo, Silvia Ramos.
“De ninguna manera vamos a ir en contra de lo que quieran los intendentes, en definitiva la mayoría de los diputados respondemos a ellos”, agregó Ramos, en un mensaje directo al gobernador saliente. Asimismo, la legisladora agregó: “Vamos a ser muy cuidadosos en analizar el impacto de estas autorizaciones, aunque estamos dispuestos a colaborar velando por el interés de la Provincia”.
No sólo los superpoderes enervaron al peronismo, el convenio también planeta una autorización de endeudamiento por cuatro años de gestión, o sea todo el mandato de Cornejo. “Eso jamás se ha producido, siempre la autorización de endeudamiento es por el año de gestión y después se va evaluando” se quejó la diputada peronista.
En ese sentido, son muchos los legisladores que tienen dudas respecto al acuerdo que firmó Pérez. “Es como que quiere hipotecar lo que no tiene con tal de conseguir fondos frescos y entregar la Provincia ordenada, ¿Pero a qué costo?”, se preguntan en la Legislatura.
Lo mismo ocurres con los intendentes. Los que ganaron la reelección pese al vendaval radical del 21 de junio, no tienen ningún interés en facilitarle la gestión a Cornejo, teniendo en cuenta que ven en un futuro cercano, la posibilidad de pelear la Gobernación, ya que en Mendoza no hay reelección para el gobernador.
“Darle superpoderes a Cornejo para que haga lo que quiera sería dejarle en bandeja otro triunfo al radicalismo en el 2019”, apuntó un cacique comunal, más enojado con Pérez que con el gobernador electo.
Es que justamente Pérez, dejó a los intendentes en una difícil situación, dependiendo del Gobierno provincial para hacer frente en algunos casos, hasta las cosas más básicas como los sueldos. “Ahora Paco se va y el problema nos queda a nosotros, y si le damos a Cornejo de entrada todo lo que quiere, ¿Con qué negociamos?”, acotó otro cacique peronista.
El llamado “Acuerdo de la transición” contempla, entre otras cosas, un permiso especial de la Legislatura para que se tome deuda por 5.800 millones de pesos, 2.600 millones para la gestión de Pérez y el resto para Cornejo. Además, autoriza al gobierno entrante a tomar más deuda, emitir bonos o renegociar el rojo como quiera, sin intervención legislativa, como es actualmente.
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