El pobre resultado del candidato a intendente
del Frente para la Victoria, Daniel Giacomino, en la elección del domingo
pasado en la ciudad de Córdoba, por debajo de los tres puntos, agitó la tensión
permanente que vive el kirchnerismo local.
Giacomino se quejó de que hubo traidores que lo perjudicaron en su intento de volver a ejercer la intendencia de Córdoba, como hiciera en el período 2007-2011, cuando llegó de la mano de Luis Juez.
La traición a la que se refiere Giacomino es la escasez de recursos, económicos y políticos, para llevar adelante la campaña electoral, que finalmente ganara el radical Ramón Mestre. El kirchnerista terminó séptimo, por debajo de partidos pequeños como el FIT e, incluso, el MST.
El mayor problema para el candidato del Frente para la Victoria fue que el periodista Tomás Méndez, famoso por las cámaras ocultas que hacía en el canal universitario (el 10) que está bajo el control del kirchnerismo, despegó hacia el segundo lugar, completando el 23 por ciento de los votos y constituyéndose en la gran sorpresa.
Méndez lo ha negado, pero en Córdoba nadie duda que recibió el apoyo de Daniel Scioli. Su compañero de fórmula fue el empresario Marcelo Pascual, quien tiene vínculos con el gobernador de la provincia de Buenos Aires.
De hecho, ayer Scioli alimentó por radio las sospechas: "Hay distintos candidatos que han expresado su simpatía por mí de una manera u otra, como en el caso de Méndez o Giacomino", afirmó y se despegó de la derrota "he sido muy prudente porque sé que a los cordobeses les gusta elegir sin ningún tipo de presiones. He sido muy respetuoso. Ahora saludo al intendente Mestre, lo felicito por su reelección y me comprometo a trabajar codo a codo con él", prometió.
Luego su operador, el senador Alberto de Fazio, que suele ser el encargado de decir lo que Scioli no puede, tuiteó: Muy buena elección de nuestro amigo @Adntv Tomas Mendez en Córdoba Capital".
Esto generó la inmediata reacción de Giacomino que hoy se despachó con sus acusaciones de traición y apuntó contra el sciolismo, en una semana que arrancó muy áspera para el kirchnerismo cordobés con pintadas en el frente de la Anses.
El lunes por la mañana el edificio del Anses, ubicado en una de las esquinas frente a la tradicional plaza San Martín, amaneció con pintadas acusando de traidores a la titular de ese organismo y candidata a diputada nacional, Gabriela Estevez, y al secretario de Derechos Humanos de la Nación, y legislador electo, Martín Fresneda.
Esto obligó a Giacomino a despegarse de esas acusaciones y concentrarse en el sciolismo. Repudió las pintadas y aclaró que “los traidores que tuvimos en las elecciones” no fueron Estevez ni Fresneda. Traidores, entonces, hubo, según él.
Poco después recordó que el senador provincial e integrante del comando de campaña de Scioli, Alberto De Fazio, celebró el notable resultado de Méndez, como queriendo orientar sus sospechas.
Los vínculos de Méndez con el sciolismo explicarían el impresionante despliegue publicitario que tuvo el periodista, cuya campaña superó a la del candidato de José Manuel de la Sota, Esteban Dómina.
Ahora los operadores de Scioli ya le han hecho saber que necesitan crecer sobre sus votos, superiores a los conseguidos por el candidato a gobernador, Eduardo Accastello, 17 por ciento, y el propio bonaerense en las PASO, 14 por ciento.
Hasta ahora, Méndez ha dicho que en su partido habrá libertad de acción para las elecciones presidenciales. En los próximos días, tendrá que jugar con más claridad.
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apoyó económicamente a Méndez , quien es un extorsionador, + q un periodista, y cuya única virtud fué cosechar los votos "clemente".
Cuando se darán cuenta los políticos que es la gente quien elige y no ellos.
Es lo mismo que Loustou en Buenos Aires que creyó el 48% lo votó a él y no que le votaron en contra a Macri. Son tan idiotas y soberbios que creen cualquier boludez.