“Miguel Lifschitz es el más pragmático de la dirigencia socialista”, coinciden en definir afines y opositores al ingeniero que gobernó la ciudad de Rosario por dos períodos.

Ahora, como gobernador electo, adelantó que planea la creación de un Ente Regulador para la Empresa Provincial de la Energía – EPE – para darles mayor protagonismo a los usuarios. Sin embargo, de sus declaraciones se desprende un proyecto más ambicioso para el sector: “Vamos a cambiar la impronta que tiene la EPE que trata a los inversores privados como si fueran una molestia”, sostuvo Lifschitz a medios locales.

Desde allí se desprende que la idea del futuro gobernador trasciende la mera creación de un ente regulador y piensa en el cambio de status jurídico de la empresa que es una entidad autárquica desde sus comienzos.

Es que la figura de ente autárquico impide la inversión privada y hace más lentos los procesos licitatorios: “es una descentralización administrativa con fines propios y específicos del Estado, o sea, mantiene todos los mecanismos del mismo Estado”, explicó a LPO el abogado José María Lombardero, especialista en Derecho Administrativo.

Según Lombardero, docente de la UNR, “en los entes autárquicos, al regirse exclusivamente por el Derecho Público, los procedimientos de contrataciones y obras son más rigurosos”, lo cual sería uno de los factores que Lifschitz tendría en agenda dinamizar.

“En cambio, la figura de ‘empresas públicas’ permiten una ductilidad mayor en cuanto a la administración de los recursos y la inyección de inversiones particulares ya que abarcan aspectos que se rigen por el Derecho Público pero otros por el Privado”, sostuvo el docente.

La creación de una Sociedad Anónima con participación estatal mayoritaria permitiría el aporte privado y a su vez, al ser una empresa que se crea con capital propio “con fines industriales, comerciales o de servicios públicos”, impediría que su capital fuese desviado para otros fines y necesidades de otras reparticiones públicas, lo cual ha sucedido en más de una oportunidad a lo largo de la historia de la empresa.

El mismo Lifschitz, durante su gestión en la intendencia de Rosario, creó dos empresas estatales de transportes cuando cayeron las concesiones privadas: la SEMTUR y la Empresa Mixta de Transportes

La primera se conformó como Sociedad del Estado que se rige por la ley 20.705 y no cuenta con participación privada mientras que la Empresa Mixta se crea bajo la figura de Sociedad Anónima con participación estatal mayoritaria, formato que han adquirido muchas empresas estatales en los últimos tiempos.

Esta última figura, sostienen allegados a Lifschitz, sería la pensada por el ingeniero para dinamizar la empresa que tiene como principal actividad la distribución de la energía en toda la provincia de Santa Fe.

La situación actual de la empresa

Luego de muchos años de déficit en infraestructura, técnico y de recursos humanos que se hicieron sentir sobre todo en la época estival con cortes masivos y reclamos populares, el último verano no se registraron inconvenientes de magnitud.

A partir del 2007, con los gobiernos socialistas, se comenzó un proceso de recomposición con inversiones que hoy suman más de 3 mil millones de pesos reconocido por el mismo Sindicato de Luz y Fuerza.

“En los últimos años se ha invertido mucho. Se han invertido más de 3 mil millones de pesos desde el 2007 y en este año ya suman los 700 millones según los datos oficiales” sostuvo el Secretario General del gremio, Alberto Botto, en conversación con LPO.

Es que el sindicato enfrentó los intentos privatizadores de los gobierno justicialistas durante los 90, sobre todo con las gestiones de Carlos Reutemann, quien llevó adelante un proceso de vaciamiento y desinversión.

Ese difícil escenario fue el que debió enfrentar el socialismo desde el 2007 y recién este año pudieron mostrar avances en materia de renovación de infraestructura a pesar de haber mantenido el nivel de aportes durante los últimos ocho años.

“Hemos tenido muchos problemas durante estos años y recién en el último verano se notó lo invertido a pesar de haberse batido el record de consumo” sostuvo Botto quien además, comparó al sistema estatal santafesino con el privado de CABA.

“Aquí se pueden comparar los dos modelos, el de Ciudad de Buenos Aires, un modelo privado con problemas estructurales y falta de respuestas por parte de las empresas y el de Santa Fe con una fuerte inversión del Estado, es por eso que nunca acompañamos los procesos privatizadores” afirmó Botto.

Además, tanto en Rosario como en las principales ciudades de la provincia, la EPE tuvo que hacer frente al boom inmobiliario y proveer de energía a las nuevas edificaciones con consumos record cada año.

Recién este año, el gobierno dispuso la renovación del cableado de media tensión del casco histórico de Rosario que contaba con redes que databan de 1928.

A su vez, el secretario de Luz y Fuerza reconoció la inversión que hizo el gobierno nacional en materia de producción y generación de energía para la provincia: “Ha hecho una inversión espectacular –Santa Fe- era una provincia que necesitaba que le inyecten energía y con las dos centrales hidroeléctricas de Timbúes más la Brigadier López, mas la repotenciación de Sorrento y los grupos delibery hoy no hay problemas de suministro” enumeró Botto.

En cuanto a los planes del gobierno de Miguel Lifschitz, Alberto Botto reconoció que no tenía información más que lo que reflejaban los medios locales aunque manifestó algunas reservas en cuanto a los dichos del futuro gobernador respecto al cambio de impronta de la empresa.

Inversión social

El crecimiento que experimentó Rosario no se concentró solamente en su zona céntrica sino que afectó, de diferente manera y de forma inequitativa, a toda su extensión.

Así, los barrios marginados también se expandieron mientras que a la par se creaban nuevas urbanizaciones para las clases trabajadoras. Todo ello implicaban nuevas demandas y necesidades a cubrir, entre ellas, el suministro de energía eléctrica que muchas veces los particulares las satisfacen con instalaciones precarias.

Para palear las conexiones clandestinas, el gobierno de Bonfatti impulsó el programa “Luz y Agua segura”. Luis Tolarovic, coordinador del Área Social de Rosario, subrayó la importancia de este plan:

“Se avanzó en obras que posibilitaron el acceso de esos servicios a sectores socio-económicamente vulnerables de una ciudad en crecimiento con la idea central de que el acceso a los servicios básicos es un derecho humano en que las partes tienen que colaborar para sostenerlo haciendo un uso racional, conveniente e inteligente de los mismos” afirmó en comunicación con Lapolítica Online.

A su vez, Tolarovic mostró conformidad con el Plan Abre que contempla infraestructura y la urbanización de los barrios irregulares: “significó ampliar aún más las posibilidades de muchas familias y permitió que la empresa pudiese ir a la búsqueda de los usuarios para convertirlos en clientes, ofreciendo tarifas sociales diferenciales según sean carenciados, con NBI, indigentes o electro-dependientes” concluyó Tolarovic.