Daniel Scioli tuvo su foto de campaña con Lula da Silva, pero Cristina Kirchner le copó el acto en José C. Paz y terminó marcándole la cancha en discurso donde le exigió que profundice la integración regional y las relaciones con Rusia y China.
La Presidenta se convirtió en la figura central del acto, cuando llegó y encabezó la recorrida por la Unidad de Pronta Atención (UPA) del Barrio René Favaloro. Cristina se movió por lugar flanqueada por Lula y Scioli, en un evidente segundo plano pese a que el ex motonauta imaginaba el acto de hoy como una de las grandes imágenes de su campaña.
Luego, el ex presidente de Brasil y el gobernador brindaron acotados discursos que dieron lugar a uno mucho más extenso de Cristina. Aunque pidió el triunfo del kirchnerismo en octubre, Lula se vio obligado a concentrar los elogios en la primera mandataria.
"Yo soy parte de una generación que tuvo el placer y la alegría de ser presidente de la República en el mismo tiempo que el presidente (Néstor) Kirchner en Argentina y, en el segundo mandato con Cristina", resaltó el brasileño.
En su elogio a la jefa de Estado, Lula sostuvo que ve en ella "el rostro de una mujer realizada y vencedora" y lamentó que Kirchner no esté vivo para "ver el tipo de mujer que él ayudó a ser elegida presidenta". Da Silva subrayó que Cristina "fue perseguida", pero recalcó que "deja la Presidencia como una heroína vencedora de todas las persecuciones que fueron hechas aquí".
Sobre el final, hubo tiempo para un guiño a Scioli. "Espero que el proyecto que se comenzó a construir en 2003 pueda ser concluido eligiendo otra vez el proyecto que cambió la historia de la Argentina, que hizo que por primera vez Brasil y Argentina comprendieran que son inseparables y que uno necesita de otro", concluyó Lula.
A su turno, ante un muy nutrido grupo de militantes aportados principalmente por Mario Ishii, Cristina aprovechó la visita de Lula para marcarle la cancha a Scioli respecto a la política exterior, justo cuando desde su entorno empezaron a dejar trascender su intención de reconstruir la relación con Estados Unidos y Europa.
"Daniel vamos a tener que profundizar la integración de la región Latinoamericana porque ahí está nuestro lugar y nuestro destino", le exigió la mandataria a Scioli en caso de ser su sucesor. Asimismo, le recordó "etapa inédita e histórica en la relación entre Brasil y Argentina".
Al respecto, se dirigió a Lula y le dijo que al verlo "recuerdo a Néstor Kirchner y Hugo Chávez, cuando en la Cumbre de las Américas en Mar del Plata, le dijeron No al ALCA y "dijeron también no a la subordinación y dependencia de nuestro país a cualquier soberanía que no sea la soberanía del pueblo".
Cristina defendió además el papel de los emergentes y afirmó que Argentina tiene que apostar al vínculo con los BRICS, grupo dominado por Rusia y China los principales aliados económicos y políticos del último mandato de la Presidenta. "Lula vos tenés que ser el embajador para que Argentina integre el BRICS y no sea más BRICS sino BRICSA" y que luego "se incorporen más países emergentes", dijo.
Por si fuera poco, la jefa de Estado lanzó una crítica feroz a los países europeos por el drama de la inmigración. "No quiero parecerme a países que dejan morir chicos en las playas. Eso es decadencia cultural. Se andan tirando los inmigrantes de un país a otro como si fueran bultos. Nosotros, un país de inmigrantes, en el que nuestros abuelos bajaron de los barcos, somos un ejemplo" cuestionó.
También le apuntó, sin nombrarla, a Angela Merkel. "No quiero parecerme a nadie que le dice a una piba de 15 años que no se puede quedar a estudiar", dijo en alusión a un sonado acto en el que la canciller alemana hizo llorar a una niña palestina que, llegada desde el Líbano en 2011, le pedía quedarse en Rostock para estudiar.
En otro tramo de su discurso, Cristina advirtió que “claramente se observa en toda la región, en toda América del Sur, un intento de volver a instalar las políticas neoliberales” que llevaron “al fracaso, al hambre y la desocupación”, por lo que pidió a los argentinos que mire "el pasado para no ser idiota, no equivocarnos y no cometer los mismos errores".
Finalmente, en lo que también pareció una advertencia para su posible sucesor, exhortó que "no den las gracias" por los presuntos logros de su gestión, sino que "guarden las fuerzas para reclamar que no les quiten nada de lo que tienen".
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mancusso Quedó estirado como papel secante, y con el traje antiflama corroído y desflecado.