Los gobernadores están enloquecidos con los informes del economista salteño Félix Piacentini, en los que analiza la evolución que tuvieron el empleo y la obra pública en las distintas provincias durante los últimos años, en base a información oficial.

Con cada nuevo reporte, los mandatarios salen furiosos a “desmentirlos” y denunciar operaciones por parte de titular de la consultora Noanomics, a tal punto que algunos como Paco Pérez organizaron conferencias de prensa para criticarlo.

Piacentini se defiende argumentando que sus cálculos están basados en datos oficiales al alcance de la mano de cualquier ciudadano. Su consultora está activa desde hace un tiempo, pero fue en el 2015 cuando comenzaron los ataques de los gobernadores, nerviosos por que lleguen a publicarse datos desfavorables en medio de la campaña electoral.

La primera en enojarse fue la gobernadora de Catamarca, Lucía Corpacci, luego de la publicación de un trabajo en el que la provincia cuyana aparecía como una de las que más había creado empleo público entre 2011 y 2014, con un crecimiento en esos puestos de trabajo del 9% en cuatro años, y en segundo lugar si se analiza desde 2003, con un incremento del 85% desde ese entonces.

Si bien en un primer momento los funcionarios catamarqueños negaron esa información, al final la terminaron reconociendo, aunque aclararon que se trataba de una “herencia” de gestiones anteriores.

“El análisis es tan abstracto y sacado de contexto que no considera la crisis del 2001 y el resurgir en el 2003, con un gobierno ideológicamente diferente, que afronta una gran crisis producto de las políticas neoliberales que generaron efectos nocivos, como el desempleo”, subrayó el Secretario del Estado del Ambiente de ese distrito.

En Tierra del Fuego, Fabiana Ríos organizó una conferencia de prensa en donde terminó admitiendo que el empleo público había crecido un 111% desde 2003 a la fecha, tal como había advertido Piacentini en uno de sus documentos, lo que la puso al tope de las provincias que más aumentaron su planta de trabajadores estatales. 

“Hubo un congelamiento total de las vacantes” desde 2008, se defendió el secretario de Presupuesto, que le echó la culpa a los medios de hacer una lectura “sesgada”.

Otro de los que estaba que trinaba con el economista salteño era Jorge Capitanich, quien apareció encabezando por lejos el gráfico de creación de puestos públicos provinciales desde el 2011, con un 47% de aumento en la planta de empleados que dependen del ejecutivo chaqueño, cuatro veces más que el privado, que subió sólo 11% en el distrito en ese período.

"Es incorrecto el nivel de evaluacion", lo cruzó el mandatario, tras lo cual agregó que "me sorprende que hay consultoras de una página que en realidad son pantallas de operaciones de carácter política, periodística o de grupos económicos con el objetivo de exponer información falsa a los efectos de obtener conclusiones falsas".

“Nosotros tenemos un método que es el mejor para verificar exactamente el nivel de creación de empleo privado formal en la provincia o en cualquier provincia, y se hace sobre la base de datos de Anses”, replicó. 

El ex jefe de Gabinete planteó que “uno tiene que sacar la Clave Única de Identificación Laboral (CUIL) y hemos identificado 109 mil empleos privados formales contra 47 mil que teníamos como punto de partida en diciembre de 2007”. “El incremento es sustancialmente superior a lo que prevé esta consultora, probablemente sean datos superficiales, falsos, incorrectos”, descalificó.

En tanto, el formoseño Gildo Insfrán no se quiso quedar atrás y le dedicó un breve escrito en la web, con una gramática algo sinuosa, en la que lo tildó de “neoliberal, como la mayoría de las consultoras”. “Quiere instalar una idea errónea de la organización económica del país, al obviar la historia en su análisis, además de realizar un análisis parcial de la relación ingresos y poder de compra del mismo”, le respondió.

Pero acaso fue Paco Pérez el que peor se puso con el último informe de la consultora: “6 gráficos que Scioli no quiere que veas”. En el mismo, Piacentini ubicó a Buenos Aires en el último lugar de la lista de provincias que invirtieron en obra pública durante el 2014, con unos irrisorios $245 per cápita. Quien le seguía no era otra que Mendoza, con escasos $590.

El mandatario enfureció con la difusión del reporte y convocó a una conferencia de prensa junto a su ministro de Infraestructura, Rolando Baldasso. Pérez tildó al trabajo de “malicioso” y de tener “intención política”, mientras que el funcionario le sumó al cálculo los aportes del gobierno nacional, para que el resultado le diera más alto.

Lo cierto es que, lejos de aplacar las aguas, semejante revuelo no hizo más que amplificar la repercusión del documento, que ayer llegó a un pico cuando el diario Los Andes le dedicó la página 2 entera en su edición impresa del domingo.

En ese sentido, Marcelo Costa (ex ministro de Hacienda, hoy de Agroindustria) consideró que el informe “carece de objetividad” y justificó que la escasa inversión pública se da “porque hay que priorizar otros gastos como salud, seguridad y justicia”, lo que se suma a la baja coparticipación nacional, “que perjudica principalmente a Buenos Aires, Capital Federal y Mendoza”.

“Las paritarias de los últimos años han hecho que el gasto de personal crezca notablemente", señaló y sinceró: “no es que no se apueste a obra pública; siempre se hace con lo que queda”.

Según la información emitida por Baldasso el lunes pasado, en lugar de $ 590 por persona por año, “Mendoza destina $ 2.187” anuales por habitante, aunque él mismo reconoció que a ese monto se llega con aportes nacionales. “Con fondos únicamente locales se llega a $ 903 por persona”, aclaró el ministro.

Según Baldasso, el estudio de Noanomics también es incompleto porque, además de los fondos nacionales, “hay que tener en cuenta lo aportado por el IPV y el Departamento de Irrigación” para la provincia, “que se concentra en los ítems de carácter 5” cuyos montos contribuyen a alcanzar los $ 903 per cápita anuales de los que él habla para superar holgadamente los $ 590 del informe.

Aunque el ministro no dio detalles de cuánto es el aporte de esos ítems adicionales e incluso reconoció que esos datos no aparecen en los informes oficiales. “No sé si el Ministerio de Hacienda refleja todo lo que aparece en la ejecución presupuestaria”, confesó el titular de Infraestructura.

Silencio

En algún sector del sciolismo interpretaban la virulencia de la respuesta de Pérez, que llegó a amenazar con acciones penales, a su intención de ocupar algún cargo durante un eventual gobierno del ex motonauta.

Sin embargo, su reacción contrasta con la del candidato a presidente por el FPV, que prefirió llamarse a silencio pese a los números que destrozan su gestión al frente del territorio bonaerense.

“No pueden argumentar que hay intencionalidad política porque los informes también incluyen resultados positivos para provincias oficialistas”, explicó Piacentini, en diálogo con LPO.

En ese sentido, el economista recordó que los mismos gobernadores que salen a criticarlo cuando los indicadores les dan mal, lo resaltan cuando los informes muestran números favorables a su gestión.

“Los gobernadores no saben reaccionar ante los informes porque no están acostumbrados a que los critiquen con números oficiales como hacemos nosotros”, puntualizó el titular de Noanomics.

El analista sostuvo que desde este año los mandatarios salen enloquecidos a responderle con cada nuevo reporte, preocupados por su performance electoral, algo que no pasaba hasta hace unos meses.