Mientras la producción de petróleo y gas de YPF en los yacimientos Loma la Lata, Rincón de Mangrullo y Loma Campana se mantiene paralizada por la protesta de la comunidad mapuche Paynemil, la líder de ese sector denunció a un intendente cercano al senador y líder de los trabajadores petroleros, Guillermo Pereyra, por estar detrás del negocio inmobiliario por el que reclaman.
Elba Paynemil, la lonko de la comunidad, denunció que “el reclamo principal es que se cumpla con una orden de desalojo que había en el 2012 para un tercero que está usurpando territorios que está pretendiendo la comunidad”. “Ese tercero es el padre del intendente de Añelo, Darío Díaz”, denunció en diálogo con radio Belgrano.
La mujer fue señalada hoy por YPF como la responsable de “las graves consecuencias que se están generando para el normal abastecimiento de petróleo y gas en el país” y reiteró que sus reclamos “carecen de sustento y racionalidad” y que “ya fueron atendidos por la provincia de Neuquén”.
Sin embargo, Paynemil explicó que la mencionada orden de desalojo decía que “se debían abstener de construir mientras duraba el relevamiento territorial, cosa que hasta ahora no se ha hecho”. Pese a esa orden, denunció que Ricardo Díaz, el padre del intendente, “puso cinco casas a la orilla del lago, y nos amedrenta todos los días, nos amenaza, ese fue el detonante para hacer este reclamo”.
La dirigente mapuche también le apuntó a Pereyra, que ayer calificó como inadmisible el bloqueo de los mapuches. “Pereyra tiene intereses personales y económicos, porque le hizo la campaña el intendente de Añelo, Darío Díaz, y él es el involucrado aquí. El padre del intendente es el que está apropiándose de estas tierras”, lanzó.
Añelo es la ciudad cabecera de Vaca Muerta y en los últimos tres años -desde el descubrimiento de la formación de petróleo y gas no convencional- vive una explosión económica que dio lugar a fenomenales negocios inmobiliarios. Los Paynemil dicen que el incumplimiento de un relevamiento para determinar la propiedad de las tierras en disputa, tiene como trasfondo una intención de favorecer a familiares y personas cercanas a Díaz.
El intendente sostuvo en un comunicado que la familia de su madre, Nolfa Muñoz, tiene fundamentos históricos para justificar la posesión de la tierra desde 1900. “Es mentira, como dicen los Paynemil, que hay una usurpación de los terrenos”, indicó. Según esta versión, el problema de la familia es que nunca se realizó el relevamiento territorial previsto en la Ley 26.160, que contempla la regulación dominial de zonas reclamadas por pueblos originarios. Es lo mismo que reclaman los Paynemil.
Raúl Godoy, dirigente del PTS y ex diputado provincial, explicó a LPO que en la misma situación están otras comunidades mapuches de Neuquén, como la Campo Marité. “La ley nacional 26.160 determinó que se realicen relevamientos de todos los territorios de los pueblos originarios. En Neuquén comenzó a hacerse, pero no se completó”, señaló.
El ex diputado recordó que en las tierras de los Campo Marité comenzó a hacerse el relevamiento después de que tomaron pozos de YPF. “Lograron el compromiso de hacer el relevamiento territorial, comenzó a hacerse y se terminó. Pero como el resultado era el claro reconocimiento de la propiedad de los Campo Marité, el gobierno no lo quiso reconocer, retiró a sus técnicos y nunca lo avaló”, detalló Godoy.
“Quieren borrar todo de un plumazo. El gobierno está violando flagrantemente la ley”, señala Godoy, en referencia a que la 26.160 prohíbe el desalojo de las tierras reclamadas por los originarios. Agregó que además hay medidas judiciales favorables a los mapuches, pero se sigue desalojando a las familias “a pesar de que no está determinado a quién pertenecen las tierras”.
“A partir de Vaca Muerta, han avanzado fuertemente en el territorio mapuche. Por un lado para la extracción petrolera, lo que genera los conflictos con YPF. Y por otro lado con la explotación inmobiliaria”, señaló Godoy, que recordó que antes del descubrimiento de la formación, había normas de convivencia con los grupos mapuches que podían monitorear la explotación petrolera y las empresas estaban obligadas a dar avisos antes de comenzar con nuevos pozos. “Ahora eso no se hace más porque les jode el desarrollo”, añadió.
Otra polémica que surgió en estas horas es porque los mapuches sostienen que ellos no pueden frenar la producción de YPF, y que se trata de una decisión injustificada de la empresa. “Nosotros en ningún momento paramos la producción, no tenemos la capacidad como integrantes de la comunidad para parar ninguna planta”, declaró Elba Paynemil, que aclaró que “no hay pozos petroleros dentro de las 4 mil hectáreas que están en discusión”.
En la comunidad creen que detrás de la paralización de la producción hay una pelea entre YPF, empresas inmobiliarias y la propia municipalidad de Añelo, y que los están utilizando como chivos expiatorios.
Mientras tanto, el gobierno neuquino negocia para levantar el bloqueo al ingreso a Loma La Lata.
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