La crisis que está atravesando el sector lácteo argentino trascendió las fronteras. En el exterior -después de diez años de intervención del Gobierno nacional en el mercado- están bien al tanto de la situación de quebranto de los productores y las empresas.

Es por esto que en los últimos días trascendió que los directivos del Grupo lácteo mexicano “Lala” se encuentran interesados en comprar Mastellone Hnos, que comercializa la marca La Serenísima, según pudo saber La Política Online.

En rigor, el plan de los mexicanos -que tienen en la actualidad más de 400 millones de dólares en caja y cero deuda- sería globalizar sus activos. Es decir, el Grupo aspira a concretar adquisiciones dentro y fuera de su país y la principal apuesta sería Mastellone.

Si bien hasta el momento el Grupo no ha hecho grandes compras, no sería la primera vez que salga al mercado. En diciembre pasado, Lala compró a la productora de lácteos Eskimo, en Nicaragua, según publica el sitio mexicano El Financiero.

La expansión de este Grupo en los últimos años ha sido notable: en 2013 construyó una planta elaboradora de yogurt y leche también en Nicaragua; ese mismo año obtuvo una licencia con Nestlé para comercializar sus productos; y en 2008 adquirió Gelatinas Art.

Cabe mencionar que, además de México y Nicaragua, Lala tiene una fuerte presencia comercial en Guatemala, Honduras, El Salvador y Costa Rica. De hecho, desde que comenzó a cotizar en la Bolsa en 2013 su valor bursátil creció un 30 por ciento.

Lo curioso es que los analistas coinciden en remarcar que el notable crecimiento del Grupo Lala se dio en el marco de la libertad de mercado que impulsa y pregona el gobierno de Enrique Peña Nieto (México mantiene unos 40 tratados de libre comercio).

Los mismos analistas señalan que la decadencia de Mastellone, en cambio, se produjo luego de una década de supuesto modelo de industrialización con agregado de valor que terminó en control de precios internos, trabas a las exportaciones y cepo cambiario.

“El sector lechero viene sufriendo las consecuencias de la intervención oficial. En los años en los que hubo récord de precios cerraron las exportaciones produciendo graves perjurios para el conjunto del sector”, comentó el analista Marcos Snyder.

Lo cierto es que esa oportunidad vigente entre 2007 y 2014 se desaprovechó por cuestiones de política interna y hoy la Argentina está exportando leche en polvo a apenas 1970 dólares por tonelada (Verónica declaró en agosto ventas por ese valor).

El dato es que las exportaciones argentinas de leche en polvo entera declaradas en julio pasado habían registrado un precio promedio ponderado de 2568 dólares por tonelada versus 4438 dólares por tonelada en el mismo mes de 2014.

Como sea, LPO se contactó con las autoridades de Mastellone, quienes dijeron que desconocen la intención del Grupo Lala de comprar la empresa y que en este momento están abocados a solucionar los problemas vigentes en el mercado interno.

Una empresa en rojo

Mastellone registró en el primer semestre de 2015 una pérdida neta de 190,4 millones de pesos versus una utilidad negativa de 163,4 millones en el mismo período del año pasado, según informó la empresa a la Comisión Nacional de Valores (CNV).

En tanto, en los primeros seis meses de este año la facturación registrada fue de 6831 millones de pesos (+17,0% que en enero-junio de 2014), mientras que el costo de adquisición de la materia prima fue de 4916 millones de pesos (+18,5%).

Así, la participación de la empresa en el mercado argentino viene decayendo de manera progresiva. En los primeros seis meses de 2014 Mastellone comercializó localmente productos lácteos por un volumen equivalente a 740 millones de litros de leche versus 770, 782 y 817 millones en el mismo período de 2014, 2013 y 2012 respectivamente.

Pero en los primeros seis meses de 2015 aumentó las exportaciones de leche en polvo por un equivalente a 136 millones de litros contra 102, 99 y 117 millones en el mismo período de los últimos tres ejercicios, según publica el sitio valorsoja.com.

Un sector en crisis

Para colmo de males, producto de la crisis antes mencionada, en los últimos días varios productores contaron indignados que la industria láctea les comunicó que aplicará una nueva y fuerte baja en los precios de la leche durante la próxima liquidación.

“Algunos tamberos que estaban en $ 3,10 por litro cobrarán $ 2,80, mientras que otros que recibían $ 3,0 pasarán a cobrar $ 2,60”, apuntó, indignado, el dirigente de CARTEZ Néstor Roulet, quien produce leche en el sur de la provincia de Córdoba.

Así, las bajas a los tamberos rondan un 12 por ciento respecto al mes pasado y llega al 20 por ciento si se lo compara con lo que cobraban en mayo (en las góndolas de supermercados la leche de primera marca en sachet no vale menos de $ 10).

La situación también es grave en Uruguay en donde el tambero acumula una caída del 38 por ciento en lo que va del año y actualmente está cobrando 0,27 centavos de dólar por litro, según datos del Instituto Nacional de Leche del país vecino (INALE).