El bloque kirchnerista del Senado se negó a repudiar en el recinto la muerte del joven jujeño Ariel Velásquez, asesinado cuando repartía volantes del candidato radical Gerardo Morales.

Su fallecimiento ocasionó una polémica entre el partido centenario y Cristina Kirchner, quien en cadena nacional negó su pertenencia a esa fuerza y exhibió una ficha de afiliación al partido de Milagro Sala, líder de Tupac Amaru, agrupación cercana al Gobierno.

Pronto Morales y el presidente de la UCR Ernesto Sanz reafirmaron que Velásquez militaba en la UCR y adjudicaron esa afiliación a una obligación que tienen quienes concurren a las escuelas controladas por Sala.

Morales no pudo asistir a la sesión del miércoles pero la mendocina Laura Montero, vicegobernadora electa de Mendoza, presentó su proyecto para repudiar el asesinato y chocó con el FpV.

“¡Debe ser tan triste cuando se pierde un hijo y encima se ve cómo se habla de esa muerte! ¡Debe ser tan triste para esa madre!”, respondió con furia Liliana Fellner, hermana del gobernador de Jujuy, en medio de una tensa sesión que tuvo además el violento cruce por los disturbios de Tucumán, con la polémica frase de la esposa del gobernador Alperovich sobre la violencia de género. 

Montero leyó el texto para aclarar que no hablaba de culpabilidades, sino del “más enérgico repudio a la violencia política de cualquier signo que en la provincia de Jujuy cobró la vida del militante de la juventud radical”. Claro que esa identificación partidaria echaba luz al papelón de Cristina en cadena nacional.

“¿Quizá si le sacamos la palabra violencia política el bloque mayoritaria acepta?”, propuso la siempre constructiva Liliana Negre de Alonso, de San Luis.

Pero Fellner no quería saber nada e intentó interrumpir a Montero cada vez que habló. “Yo me pongo ante la Justicia; confío en la Justicia a pesar de todo lo que a veces leemos. Yo confío, dejemos que el peso de la verdad caiga sobre aquellos que han hecho, y siguen queriendo hacer, una utilización política de lo que ha pasado en mi provincia”, insistió.

Su jefe de bloque, Miguel Pichetto, le dio el gusto. “Hay una justicia que está interviniendo y todavía no conocemos si este tema tiene o no alguna implicancia de naturaleza política, partidaria. Por lo tanto, vamos a mandar este tema a comisión”, propuso. Y así fue, porque el Senado sigue con mayoría kirchnerista.