La campaña por la Intendencia de la ciudad de Córdoba, que concluye en la elección del 13 de septiembre, ingresó en un terreno embarrado por denuncias cruzadas, que afectan por ahora a los que siguen en las encuestas a Ramón Mestre, es decir Luis Juez y Tomás Méndez, pero en el que en pocos días más podrá caer el propio radical.

Las encuestas que se murmuran pero casi nadie muestra registran que la sorpresa de la campaña electoral es el periodista Tomás Méndez, conocido en Córdoba porque conducía un programa de cámaras ocultas que concluyó poco después de que él mismo fue víctima de la difusión de algunas imágenes que lo comprometían. El programa de Méndez, llamado ADN, se emitía por el canal universitario de Córdoba, ubicado en la órbita kirchnerista.

Según una encuesta de la consultora CPP, Mestre tendría el 30,5 por ciento de los votos, seguido por Méndez (Movimiento ADN) con el 26,5 y, mucho más atrás, por Juez con el 14,5. Los mestristas, en tanto, aseguran tener encuestas que le dan 7 puntos de ventaja a su candidato, con Juez y Méndez en un empate técnico que, creen, terminará por resolverse a favor del primero cuando avance la campaña electoral.

La campaña de Méndez es muy ostentosa en recursos, por lo que se sospecha que viene empujada económicamente por el sciolismo. Otros no dejan de advertir que el crecimiento del periodista es muy funcional a Ramón Mestre e incluso a José Manuel de la Sota, porque le disputa los votos antisistema a Luis Juez.

Los buenos vientos para Méndez parecen haber encontrado un obstáculo en los Tribunales Federales, desde donde el juez Ricardo Bustos Fierro habilitó que la Justicia provincial lo investigue, junto al jefe de Policía, Julio César Suárez, por los presuntos delitos de tráfico de influencias y cohecho.

A raíz de unas grabaciones de conversaciones entre Méndez y Suárez, realizadas por el propio periodista pero que le fueran sustraídas para caer en manos de su archienemigo, el abogado Marcelo Touriño, Bustos Fierro concluyó que entre ambos sospechados había un presunto pacto por el cual “uno de ellos hablaba bien del otro en el programa periodístico y el otro le brindaría protección”.

Méndez denunció una persecución en su contra, y dijo celebrar que esto ocurra ahora porque confirmaría, especuló, que detrás de su campaña no hay nadie poderoso como De la Sota o Scioli.

Mientras tanto, se conoció la noticia de que el próximo martes comenzaría el juicio oral contra el ex intendente de Córdoba Germán Kammerath (1999-2003).

El ucedeísta está acusado de “negociación incompatible con la función pública”, por la concesión, en 2000, del espacio radioeléctrico para un servicio satelital de monitoreo.

Esta causa fue impulsada por su sucesor en la Intendencia, Luis Juez. Pero lo curioso es que en 2000 Kammerath contaba todavía con el fuerte respaldo de la entonces secretaria general de la Gobernación, Olga Riutort, quien ahora es la compañera de fórmula de Juez.

Los radicales miran todo esto pero temen que en los próximos días Juez saque un conejo de la galera y difunda alguna denuncia fuerte contra Mestre. Nadie sabe de dónde vendrá el ataque, pero los rumores indican eso y el ritmo de la campaña, que no favorece a Juez, hace suponer que éste hará algo para llamar la atención y tratar de reunir más voluntades en las urnas.