La fiscal Viviana Fein podría abandonar la causa en la que se investiga la muerte del fiscal Alberto Nisman, o al menos extender la licencia que pidió hasta el viernes por el fallecimiento de su madre.

Según comentaron a LPO allegados de la funcionaria judicial, hay preocupación en su entorno por el delicado estado anímico que atraviesa Fein, lo que llevó varios familiares y amigos a sostener que habría pensado en dejar la causa.

Quienes la conocen y acompañaron en estos días, descreen que Fein vuelva a la causa, ya que en algunas charlas se habría encargado de manifestar esa posibilidad, que podría ocasionar un giro de 360 grados en la causa.

Desde la Procuración, en cambio, niegan esta versión porque apuestan a la “fortaleza” y el “sólido trabajo” de Fein, y aclaran una y otra vez que la suplencia de la fiscal Mariana García sería sólo de manera “interina”, mientras dure el duelo de su colega.

La resolución de la suplencia momentánea de Fein ya generó revuelo en la Procuración General, ante el conflicto que generó decidir a quién nombrarían para subrogarla durante la licencia.

Propusieron a tres fiscales que se negaron por razones personales y viajes prefijados. La primera funcionaria designada fue Paula Azzaro, quien tuvo a cargo la muerte de Ángeles Rawson, y si bien en la justicia no dudan de su capacidad, debió ser descartada ante una posible recusación en el proceso.

Azzaro es amiga personal de la mujer de Maximiliano Rusconi, abogado de Diego Lagomarsino. Se trata de Verónica Calello, una escribana que aún enfrentaría causas de estafa en la justicia penal, según trascendió entre los fiscales.

Ante esta situación, el fiscal General ante la Cámara del Crimen, Ricardo Sáenz, le solicitó a su amiga personal, la fiscal Mariana García, que asumiera por estos días la causa más polémica ante la justicia ordinaria y que ningún funcionario de la Procuración quiere asumir.

García, tiene un viaje previsto para el próximo viernes, condición bajo la cual aceptó la suplencia.

Sin embargo, el viernes próximo está previsto que se lleve a cabo una audiencia in voce (en vivo y oral) entre las partes ante la jueza Fabiana Palmaghini para determinar si reasume ella la investigación o no tras las reiteradas recusaciones de la querella.

La audiencia fue solicitada por la Sala VI de la Cámara de Crimen a la que asistirá en representación de Fein el Fiscal de Cámara, Ricardo Sáenz.

Según trascendió en la justicia, el abogado de la querella que representa a las hijas de Nisman, Manuel Romero Victorica, se habría reunido con García y le habría pedido explicaciones de las medidas que tomará, a lo cual García le retrucó que ninguna ya que sólo la suple a Fein por cinco días.

La ansiedad entre abogados, peritos y fiscales se evidencia.

Como se desconoce si Fein volverá o no la próxima semana, ya suena el nombre de la fiscal Estela Andrades de Segura, la mujer de un comisario retirado de la Policía Federal, que se habría ofrecido para respaldar a la Procuración en este momento, a la espera del retorno de la fiscal titular.

Pericia informática

El virus que infectó el teléfono celular del difunto fiscal Alberto Nisman no servía para ese tipo de dispositivos ni, menos aún, para controlarlo o espiarlo a través de él. Así se desprende de un informe elaborado por los peritos informáticos, incluso el que representa a la querella, que figura en el expediente.

“En relación al Troyano oportunamente hallado, estos peritos informan que dicho software malicioso sólo tiene efecto en computadoras”, sostiene el informe.

La presencia del virus en el teléfono “podría deberse a su recepción a través de un correo electrónico”, especula el reporte.

Inútil en el teléfono celular, el virus tampoco fue utilizado para espiar la computadora en la que solía trabajar Nisman.

Según el documento, “se verificó en la computadora que se encontraba encendida en la escena del hecho que no hay rastros de dicho archivo troyano”.

El reporte fue firmado por los peritos Javier Ezequiel Come, oficial mayor del área de Cibercrimen de la Policía Metropolitana; Marcelo Torok, por el imputado Diego Lagomarsino; y Gustavo Presman, por la querella.