El peronismo y un sector de la oposición obligaron a La Cámpora a aceptar fuertes modificaciones en un proyecto que regula la actividad de los guardavidas. La iniciativa fue aprobada inicialmente en Diputados, pero el oficialismo no camporista y la oposición se plantaron en el Senado y aprobaron el proyecto con cambios. Finalmente se convirtió en ley al tratarse nuevamente en la Cámara Baja.

Fiel al estilo de La Cámpora, los legisladores de esa agrupación habían conseguido ayer una moción de tratamiento “con o sin despacho” para presionar a los senadores oficialistas y opositores que se resistían a aprobarla tal como había llegado de Diputados.

El proyecto original, presentado por la diputada Fernanda Raverta, pretendía regular la actividad de los guardavidas que se desempeñen en playas y piletas de natación, y obligaba a los empleadores, ya sea públicos o privados, a contratar a los trabajadores por un período mínimo de cinco meses y a pagarles un salario mensual que no podrá ser inferior a cuatro sueldos mínimos, vital y móvil (unos 19 mil pesos).

A sabiendas de que el proyecto era resistido, La Cámpora movilizó a los guardavidas para presionar a los senadores. Sin embargo, hubo una fuerte resistencia tanto del oficialismo no camporista como de la oposición.

“Nosotros lo que impusimos fue que el sueldo surja de la paritaria”, dijo a LPO un senador del Frente para la Victoria, y agregó: “por un lado, ellos (por La Cámpora) dicen proteger a la gente, pero nosotros también tenemos que proteger los emprendimientos”.

Finalmente la iniciativa se aprobó con modificaciones, esto es que los salarios se acordarán en paritaria. Había otro punto polémico que determinaba que todos los municipios debían adherir y que generó rechazo por parte de algunos intendentes. Pero ese punto no fue modificado.

No es habitual que La Cámpora sufra desplantes en la Legislatura. En Diputados, la presencia de José Ottavis como vicepresidente les da una cuota de poder importante. A eso se suma que rara vez, encuentran resistencia por parte del presidente del bloque, Fernando ‘Chino’ Navarro.

Justamente ese esquema causó algunos inconvenientes serios. El año pasado, la permisividad a la agrupación de introducir modificaciones en el proyecto de Policía Municipal hizo que sea imposible que se aprobado en el Senado, donde entonces la oposición tenía la primera minoría.

El oficialismo pagó caro esa decisión de permitirle a La Cámpora introducir modificaciones a discreción sin pensar en la conformación de fuerzas del Senado. Es que tras algunos intentos fallidos en la Cámara Alta, Scioli consideró que los tiempos legislativos se habían agotado y decidió crear la nueva fuerza por decreto basada en el modelo de la Policía de la Provincia. 

Con todo, se perdió la posibilidad crear  una nueva policía surgida por fuera de la órbita de La Bonaerense.