El río Salado alcanzó hoy su pico de crecida y aunque desde el gobierno provincial aseguraron que la situación por el desborde es “estable” se esperan a partir del sábado nuevas precipitaciones en la región, aunque se desconoce la intensidad.

El titular de Defensa Civil bonaerense, Luciano Timerman, aseguró hoy que el comportamiento del río Salado a la altura del partido de General Belgrano, una de las zonas más afectadas por inundaciones, era "estable" y destacó que "el pico máximo de crecida ya ha pasado por la región".

El funcionario provincial remarcó que la localidad de Villanueva (General Paz) continúa siendo asistida "con equipamiento de (la cartera de) Salud, Prefectura, Ejército, la Marina argentina y con apoyo de Defensa Civil de La Matanza y de la Cruz Roja Argentina".

Los datos siguen siendo alarmantes: hay 800.000 hectáreas bajo el agua, al menos cuatro rutas cortadas, los pueblos de Villanueva y Carlos Beguerie (Roque Pérez) siguen aislados. Y ahora le toca el turno a los distritos de Pila y Lezama que en las próximas horas aguardan el pico máximo de la crecida del Río Salado.

En el Lezama, el agua complicó la situación de unas 200 personas que se encuentran aisladas o evacuadas. El intendente, Marcelo Racciatti, aseguró que el casco urbano no tiene problemas: "Tenemos 30 familias evacuadas y autoevacuadas en el paraje El Destino y otras 30 familias aisladas en la zona rural a la que llevamos en lancha víveres y otras provisiones". El jefe comunal aseguró que la obra realizada en el Salado a la altura del río, que implicó su dragado, "evitó que hoy tuviéramos complicaciones tremendas, y las compuertas protegieron el casco urbano de Chascomús".

Villanueva, una de las localidades aisladas por el agua.

Télam

No obstante, la crecida histórica de este curso de agua sigue causando problemas, fundamentalmente en los cascos urbanos de Pila y Ranchos (General Paz), lindantes con General Belgrano.

Allí estaba anegando las rutas 41, 46 y 50 que aún estaban cortadas, mientras en la 29 y 65 había presencia de agua en muchos tramos, informó la Dirección de Vialidad provincial.

La ruta 41 permanecía cerrada al tránsito desde General Belgrano hasta San Miguel del Monte; en la ruta 46 no se podía transitar entre Bragado y la ruta 65, a la altura de Junín; y la 50 permanecía clausurada entre Vedia y Arenales.

La ruta 29, en muchos de sus tramos está cubierta por el agua y sus banquinas anegadas, por lo que Vialidad dispuso habilitar el tránsito únicamente de día y la cierra a partir de las 22 en el trayecto que va de Ranchos a Belgrano.

Una situación similar se presentaba en la 65, entre Junín y General Viamonte. En Villanueva, distante a solo 15 kilómetros de General Belgrano, el tránsito era asistido.

Las ciudades más comprometidas por el desborde del río, son Pila, General Paz, General Belgrano, Lezama, Castelli, Chascomús, General Viamonte, Roque Pérez, Bragado y Dolores.

El candidato a intendente de Junín por el frente Cambiemos, Pablo Petrecca y su par, la candidata a diputada provincial, Laura Richini presentaron el día martes un proyecto de comunicación en el cual solicitan a la secretaría de obras y servicios públicos informes y evaluaciones acerca del estado de canalización de los pueblos de partido.

Según expresaron, en la última sesión del Concejo Deliberante se presentó un proyecto que fue aprobado por unanimidad del cuerpo, en el cual solicitan al municipio que gobierna el massista Mario Meoni que se realice la evaluación de las canalizaciones existentes y que se establezca cuáles son las canalizaciones que aún faltan realizar.

En tanto, la empresa Ferrobaires anunció la suspensión del servicio a Mar del Plata por cuestiones de seguridad, ya que parte del recorrido del transporte se encuentra anegado por las aguas que desbordaron los ríos y arroyos.

“Con motivo de la crecida, que podría sobrepasar los niveles tolerables, la empresa Ferrobaires ha decidido suspender, por razones de seguridad, el servicio de tren, ida y vuelta, a Mar del Plata”, indica el comunicado difundido ayer.