La jornada electoral en Tucumán está cerrando de la peor forma: con un gendarme herido de gravedad, unas 40 urnas quemadas, incidentes en distintos puntos de la provincia y cantidad de denuncias cruzadas. En este contexto, los tucumanos deberán esperar un lento escrutinio para saber quién será el sucesor de José Alperovich en la gobernación. 

Daniel Scioli y Mauricio Macri llegaron a esa provincia norteña cuando los comicios habían cerrado y esperaron el escrutinio junto a sus candidatos. Sin embargo, durante el recuento de votos se desataron serios focos de violencia en las localidades de San Pablo, Montero y Juan Bautista Alberdi. En esta última ciudad, un grupo de personas intentó forzar los accesos de una escuela y las fuerzas de seguridad reaccionaron arrojando gases lacrimógenos para disuadir. 

Algunas versiones indican que Scioli no quiso quedar pegado al caos que se vive en esa provincia y ya está camino a Buenos Aires. En tanto, Macri, le reclamó al ex motonauta y al gobernador José Alperovich que "garanticen" que el escrutinio de las elecciones se desarrollen "en paz".

El líder del PRO exigió a Alperovich que arbitre los medios para que "esta noche" se conozcan los resultados de la elección "sin más violencia y sin atropellos". "Las denuncias que están llegando son muy graves", advirtió Macri.

Mientras tanto, se registraron fuertes cruces en el correo donde se desarrolla el escrutinio con momentos de dramatismo porque algunos reclaman suspenderlo ante supuestas inconsistencias de telegramas. Periodistas de esa provincia aseguraban en las últimas horas que el Acuerdo para el Bicentenario pidió a la Junta Electoral que suspenda el escrutinio provisorio.

Incidentes graves

Durante toda la tarde ocurrieron denuncias e incidentes que empañaron la jornada electoral. Quizás el más serio fue la herida que sufrió un gendarme en San Pablo, en el Gran San Miguel de Tucumán, cuando efectivos de esa fuerza utilizaron balas de goma y gases lacrimógenos contra punteros políticos que intentaron ingresar a una escuela durante el escrutinio. Algunas versiones aseguran que el estado del efectivo es grave.

Equipos de despliegue rápido de la fuerza nacional habrían usado su arsenal para dispersar a punteros y simpatizantes políticos, un grupo de los cuales habría quemado cinco urnas de San Pablo, cuando eran trasladadas hacia la Junta Electoral.

Durante la jornada electoral se hicieron oír quejas de parte de referentes opositores en distintas localidades tucumanas. Uno de los casos más graves ocurrió en la escuela Alfredo Cosson, del barrio Ejército Argentino, en la zona sur de la capital, donde un fiscal del opositor Acuerdo para el Bicentenario descubrió que una urna ya contenía votos en su interior antes de comenzar la elección.

En el mismo establecimiento educativo, las autoridades de mesa y fiscales de la oposición manifestaron su preocupación debido a que se retiraron los focos de los pasillos donde fueron ubicadas las mesas para ponerlos en las aulas que funcionan como cuarto oscuro.

En tanto, el referente del PRO, Juan Pablo Arenaza, reprodujo en su cuenta de Twitter una denuncia de la UCR en la que aseguraban que en ocho localidades no los dejaban sacar las urnas. En tanto, pedía a todos los fiscales que no se muevan de la escuela hasta completar el acta y subir las fotos a las redes sociales.

Otra situación grave se registró en la comuna de Sargento Moya (departamento de Monteros), unos 60 kilómetros al sur de San Miguel de Tucumán, donde fueron quemadas dos urnas, lo que obligó a la suspensión de la elección en dicha localidad, donde votan unas 500 personas. Allí, cuatro personas fueron aprehendidas, acusadas por la quema de dos urnas de la escuela Francisca Bazán Laguna, lo que obligó a la suspensión de los comicios en esa comuna. A causa de los disturbios, tendrán que hacer una elección complementaria en esa localidad de Monteros, donde hay 558 electores.

Fuentes judiciales confirmaron que uno de los detenidos es uno de los candidatos a delegado comunal de ese municipio, por el Acuerdo para el Bicentenario.

Pero la mayor quema de urnas se produjo en San Pablo (unas 27).

En tanto, durante toda la tarde se multiplicaron en las redes sociales las denuncias sobre vehículos alquilados por partidos políticos para llevar a votar a las personas a cambio de bolsones de comida. El hashtag #FraudeEnTucuman explotó en las redes desde el mediodía.

Taxis, remises y motos se mueven por las calles tucumanas identificados con las iniciales de los candidatos, con un "movilizador" que lleva a la gente a su lugar de votación.

Prensa Scioli

Algunos medios daban cuenta que por cada vehículo se pagó entre $ 1.000 y $ 1.500 la jornada para llevar y traer electores. La situación fue palpable en lo difícil que resultaba conseguir un taxi que no esté abocado a este "operativo".

Sobre la medianoche, el caos era total. El sitio web oficial encargado de difundir el avance del escrutinio no funcionaba. En tanto, las declaraciones de Scioli sonaban fuera de tiempo, casi desafortunadas. "Vieron venir el resultado y abrieron en paragüas", dijo el ex motonauta apenas pisó Tucuman en el Tango 03. "Quisieron empañar esta gran jornada democrática. Primero fueron contra el voto de los jóvenes, después quisieron suspender las elecciones y ahora ponen un manto de duda" sobre este sufragio. 

Con todo, las escuelas cerraron a las 18, aunque gran cantidad de personas permanecían dentro haciendo cola para emitir su voto. Las demoras fueron constantes durante toda la jornada debido a la gran cantidad de boletas y número de candidatos a los distintos cargos.

La Ley de Acople que permite esta situación generará demoras en el recuento de sufragios, por lo tanto una tendencia de los resultados recién se conocería pasada la medianoche. Justamente esa esa Ley de Acople la que dificulta establecer tendencias.