Daniel Scioli pasó con la ambulancia por Almirante Brown y Moreno para contener a los intendentes derrotados de las internas kirchneristas, que aún debilitados son necesarios para el proyecto presidencial del ex motonauto.

El dato político lo dio Mariano West, que le confirmó a La Cámpora que “acompañará” a su verdugo, Walter Festa, en las elecciones de octubre en Moreno. 

"Mantuve una reunión con Daniel Scioli, para expresarle todo mi apoyo personal y del espacio que represento del Frente para la Victoria de ‪‎Moreno‬ para las próximas elecciones. Durante el encuentro trazamos los lineamientos para el trabajo de colaboración que llevaremos adelante", anunció el intendente en su cuenta de Facebook. 

West amplió su posición declarando en la agencia que controla la agrupación de Máximo, Télam. Tras reunirse con el gobernador en La Plata, manifestó ser un dirigente “leal y amigo al proyecto político de Néstor Kirchner antes de que éste sea presidente”. Y aseguró que en Moreno regirá la máxima peronista: “El que gana conduce y el que pierde acompaña”.

Tanto Festa como Gustavo Menéndez, el verdugo de Raúl Othacehé en Merlo, buscaron exponer a sus rivales asegurando que los intendentes jugarían “por abajo” para el massismo o con el PRO, según la fuerza que llegue con mayores chances de complicarles la elección.

Como reveló LPO, Festa advirtió con duros términos la venganza del intendente de Moreno. Aseguró que desde el municipio ya empezaron las represalias, “recortaron las horas optativas y extras, frenaron las mesas barriales, suspendieron obras y la recolección de basura”, dijo.

El camporista que responde a José Ottavis aseguró que el intendente “plantea a su gente votar al candidato del Frente Renovador”. Lo propio hizo Menéndez, en diálogo con La Nación, quien declaró que tanto los candidatos del PRO como del massismo “son empleados” del Vasco, y aseguró que “Othacehé va a jugar con Macri” y lo hará “por atrás”.

Por lo pronto, en Merlo todavía no hay novedades de encuentros con el sciolismo o el Gobierno, allí el hermetismo es total.

El primero en manifestar su acompañamiento al FPV fue Darío Giustozzi, que estuvo reunido con Scioli y Aníbal Fernández. Fueron distintos encuentros en los que también participaron Alberto Pérez, Cristina Alvarez Rodríguez, Carlos Zannini, Daniel Bolettieri, la mano derecha de Giustozzi, Mario Giacobbe, y Eduardo de Pedro.

A pocos días después de perder la interna con Mariano Cascallares, desde el entorno giustozzista ya empezaron a fogonear sobre un posible lugar para el diputado en el gabinete provincial.

Otro de los intendentes derrotados en las PASO bonaerense fue Daniel Di Sabatino, del partido de San Vicente, que como adelantó este medio mantuvo una reunión secreta en la casa del candidato vencedor de la interna de Cambiemos, el radical Mauricio Gómez, dos días después de las primarias.

En ese encuentro, Di Sabatino le habría manifestado su "total apoyo" a Gómez para taponar la llegada de otro camporista al mando del distrito, el oriundo de Almirante Brown, Diego Barralle.

El que ahora buscó aclarar los tantos fue West, quien aseguró que “el peronismo va a trabajar unido para la victoria” en las elecciones de octubre y además sostuvo que “las cosas dichas en el furor de la campaña ya se superaron”.