A pocas horas de haberle autorizado el séptimo aumento de los combustibles en lo que va del año, el ministro de Economía, Axel Kicillof le concedió al timonel de YPF, Miguel Galuccio otra significativa ayuda para que pueda reforzar la caja de la petrolera restatizada.
Casi tres meses después de su anuncio, el titular del Palacio Hacienda destrabó el pago de los nuevos subsidios a las distribuidoras de gas que tienen como destino la cancelación de las deudas que han venido acumulando con las petroleras por el suministro del combustible.
Tras recibir un primer desembolso global del orden de los $ 850 millones, las nueve gasíferas que prestan el servicio a nivel nacional les giraron de inmediato a YPF unos $ 500 millones por las facturas impagas de los últimos meses.
La empresa manejada por Galuccio cobró en primer lugar los subsidios que recibieron las distribuidoras de gas porque ya tenía firmados con cada una de ellas los acuerdos específicos que diseñaron los funcionarios de Economía para acceder a esos fondos.
Esos convenios contienen dos clausulas salientes para que las petroleras puedan cobrar: la aceptación del plan de pagos que se extiende por 18 meses y la renuncia al reclamo de intereses.
Hasta ahora, YPF fue la única que decidió acatar esas condiciones. En cambio, las restantes productoras de gas— como PAE, Total, Wintershall, Tecpetrol y Pluspetrol—no han aceptado todavía las reglas que impuso Kicillof porque no quieren ceder el cobro de los intereses por las deudas que se generaron desde 2014.
El nuevo subsidio a las distribuidoras de gas había sido anunciado por el Gobierno a principios de junio. Bajo el paraguas de una “asistencia económica transitoria”, la ayuda estatal de $ 2.590 millones anuales fue otorgada a las gasíferas para que, básicamente, se pongan al día con las deudas que tienen con las petroleras por el abastecimiento del combustible.
La resolución 263 de la Secretaría de Energía que conduce la camporista, Mariana Matranga estableció que la compensación económica para las distribuidoras se iba a pagar en forma retroactiva desde marzo y en 10 cuotas mensuales hasta diciembre de 2015.
Con esos ingresos, las empresas Metrogas, GasBAN, Litoral Gas, Gasnor, Camuzzi Gas Pampeana, Gas Cuyana, Gas del Centro, Gasnea y Camuzzi Gas del Sur tienen que empezar a saldar sus deudas con las petroleras y afrontar los gastos corrientes y salariales que no están en condiciones de cubrir con los cuadros tarifarios actuales.
Inicialmente, tanto las distribuidoras como las petroleras, confiaban en que Economía iba a acelerar la entrega de los fondos.
Pero, por un encontronazo que tuvo con el titular de YPF por su acercamiento a Mauricio Macri y Daniel Scioli, a principios de julio Kicillof le ordenó a los funcionarios del ENARGAS que frenaran los trámites de los pagos hasta nuevo aviso.
Superada la instancia de las PASO, ahora Kicillof resolvió iniciar la acreditación de esa compensación económica que, en principio, solo estará vigente hasta diciembre.
Tras el primer giro que se completó en las últimas horas, quedan para liquidar en lo que resta del año otros $ 1.750 millones de subsidios. De ese total, alrededor de $ 800 millones se usarán para saldar deudas con YPF.
En Economía prevén transferir la mitad de los subsidios pendientes
a fines de setiembre y el resto, en los primeros días de diciembre antes del desembarco del nuevo gobierno.
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- 114/08/1509:36el petrolio baja y la nafta sube. Que extraño pais.