Mauricio Macri debió meterse en persona en el proceso de fiscalización del PRO luego de que fallara el sistema de voluntarios que se anotaron por Facebook e Internet para controlar las primarias del domingo.

“Todos se van al Conurbano”, les dijo Macri el lunes pasado en la Usina del Arte a los ministros y legisladores porteños, y como adelantó LPO , les prohibió concurrir al búnker de Costa Salguero hasta cerca de la medianoche para que se quedaran contando los votos en las escuelas.

“Si caías en el búnker era un quemo, o te quedabas en provincia o te escondías en tu casa para que no te acusaran de vago”, aseguró a LPO uno de los dirigentes que estuvo fiscalizando en el Conurbano.

Macri debió acudir de urgencia a sus referentes porque la base de datos de fiscales que le armaron por Facebook tuvo fallas o bien fue burlada por el kirchnerismo. Por ejemplo, a algunos voluntarios se les asignaban mesas que ya estaban asignadas para otras personas por parte de los referentes barriales de cada distrito.

En ese sentido, algunos voluntarios se iban a la casa porque las mesas que les habían asignado por Facebook y otras escuelas quedaban sin fiscales.

Para colmo, en el PRO aseguraron a este medio que durante el fin de semana se difundieron decenas de mails truchos (ver recuadro) que supuestamente enviaba el “Equipo de Fiscalización de Mauricio Macri” en los que se les informaba a los voluntarios que la fiscalización ya estaba cubierta y que igualmente podían colaborar publicando fotos por las redes sociales.

Gabinete de excursión

En este contexto, el PRO denunció durante toda la jornada electoral que les robaban las boletas en el Conurbano.

Sin embargo, en el macrismo señalaron a LPO que el panorama hubiera sido peor si Macri no hubiera enviado a los referentes porteños del PRO a vigilar a los fiscales.

“Decías que eras ministro o legislador y te respetaban”, dijo a LPO uno de los enviados a la Tercera Sección.

En ese sentido, todos los ministros de Macri tuvieron que quedarse hasta la madrugada en algunos distritos que no habían pisado jamás.

El ministro de Desarrollo Urbano, Daniel Chaín, fue a fiscalizar a Quilmes. Francisco Cabrera, de Desarrollo Económico, estuvo en Florencio Varela, donde el candidato Dardo Ottonello salió cuarto.

Hernán Lombardi, de Cultura, fiscalizó en General Rodríguez y Carolina Stanley, de Desarrollo Social, en Lomas de Zamora.

El ministro de Modernización, Andrés Ibarra, ayudó en Pilar y el vicejefe electo, Diego Santilli en Malvinas Argentinas.

Además de los ministros Guillermo Montenegro y Néstor Grindetti, que fueron candidatos en San Isidro y Lanús, un puñado de diputados nacionales y legisladores porteños ayudaron en la Tercera. Cristian Ritondo estuvo en La Matanza; Patricia Bullrich y Juan Pablo Arenaza en Avellaneda; Carmen Polledo, Lía Rueda y Francisco Quintana en Tres de Febrero. Federico Pinedo, por su parte, fue a fiscalizar a La Plata.