El pacto entre Paolo Rocca y Luis Pagani para poner a Adrián Kaufmann al frente de la UIA desató una durísima interna entre los industriales que forman parte de la entidad, enojados por un acuerdo que se charló a puertas cerradas.

Como adelantó LPO, los líderes de Techint y Arcor, pertenecientes a la lista de “industriales”, resolvieron bajar a Luis Betnaza de su postulación, luego de varios encuentros con el presidente de la UIA, Héctor Méndez, y Daniel Funes de Rioja, de la Copal. Rocca entendió que no era el mejor momento exponer de esa manera a su principal operador justo cuando las astillas del escándalo de corrupción más grande de la historia de Brasil jaquean al grupo siderúrgico y a las principales constructoras del país vecino por el caso de coimas de Petrobras.

Durante un seminario celebrado en Córdoba, Kaufmann y otros directivos de la Unión Industrial confirmaron la primicia de este medio. Pero la forma en la que se negoció la candidatura del gerente de relaciones institucionales de Arcor generó el repudio de empresarios de todo el norte argentino y de la provincia de Buenos Aires. Aunque no son los únicos enojados: también el metalúrgico Juan Carlos Lascurain se mostró disconforme por la maniobra.

Esta semana, empresarios de Chaco, Corrientes, Formosa, Misiones y Tucumán nucleados en las respectivas uniones industriales de sus provincias dijeron sentirse “sorprendidos y discriminados por determinados dirigentes de la UIA, y reclamamos mayor transparencia en las elecciones de la mesa directiva de nuestra central fabril nacional”.

Mediante un comunicado, los norteños criticaron la designación de Kaufmann “sin siquiera haber sido consultados tal y como lo establece el Estatuto de esa entidad nacional”. “Nos enteramos por medios periodísticos de este acuerdo, lo que en definitiva significa y determina la anulación de las facultades otorgadas estatutariamente a los asociados a la UIA para poder elegir democrática y FEDERALMENTE a la autoridades que deben velar por los intereses de los establecimientos fabriles del TODO el territorio Nacional”, denunciaron.

“Estos acuerdos espurios negociados entre gallos y medianoche, dejan en evidencia el lamentable y poco transparente proceso eleccionario en la UIA, en un intento por imponer de forma inconsulta, al frente de la central fabril nacional, faltando a todos los principios estatutarios y atribuyéndose los cargos de manera autoritaria, dictatorial y poco representativa”, dispararon.

Por su parte, la Unión Industrial de Buenos Aires(Uipba), y la Asociación de Industriales de Buenos Aires (ADIBA) recordó que albergan al 50% de los industriales del país y que tienen “capacidad de voz y voto y, por lo tanto, son únicos representantes legales de la industria provincial en esa institución, manifiestan su más firme rechazo a la pretensión de nombrar un presidente de la institución sin que se hayan respetado los más mínimos principios de consulta y transparencia que un proceso de tal naturaleza requiere”.

“Asimismo, la UIPBA y ADIBA rechazan las expresiones de un alto funcionario de una gran empresa nacional que, sin que se hayan dado los mínimos recaudos estatutarios que aseguren la plena participación de todos los socios en el proceso eleccionario, se ha asignado la capacidad de nominar al que sería el nuevo presidente de la UIA, en un acto que evidencia, lamentablemente, un fuerte componente autoritario”, lamentaron.

Sin embargo, otro dirigente bonaerense minimizó la disputa y apoyó sin tapujos la candidatura de Kaufmann, lo que demuestra que la interna entre los empresarios está al rojo vivo, aunque formen parte de la misma lista. En diálogo con este portal, el titular de la unión industrial de Gran La Plata, Francisco Gliemmo, planteó que “siempre se propone así el nombre del próximo presidente de la UIA”, hasta que haya una instancia institucional de los miembros de esa lista para formalizar la candidatura, lo que “se va a definir a la brevedad”.

“Tiene un amplio consenso. Es uno de los nombres más representativos y pertenece a una empresa que genera valor agregado y exporta a 110 países”, resaltó Gliemmo.

“Lo importante es que está el nombre al cual proponer. Algunos rechazan al forma y lo discutiremos”, sintetizó el dirigente.

En tanto, Lascurain, quien también pertenece al sector que le tocaría presidir la entidad-hoy los que encabezan son los de la “Celeste y blanca”-, insistió en que habrá una reunión de la lista de industriales para definir el apoyo o no del nombre de Kaufmann para la presidencia de la UIA, pero aclaró que “si la siguen manejando cuatro tipos en general estamos en disidencia, porque es más de lo mismo y así no vamos a esperar que cambie absolutamente nada”.

“La UIA perdió coherencia. Se dedicó más a posicionamientos políticos que a defender determinados intereses”, sentenció el vicepresidente de Adimra. “Se quiso instalar el nombre de Kaufmann, cuando normalmente tenemos una reunión los que conformamos la lista y hablamos sobre el tema”, explicó.

“Estamos en contra de que las decisiones se tomen entre dos personas. Los temas hay que tratarlos orgánicamente”, señaló, molesto.

Lascurain planteó que algunos dirigentes de la UIA intentaron darle un determinado perfil político a la entidad, en referencia a Betnaza, quien viene apostando desde hace años por el radical Ernesto Sanz.

“Yo apoyo a Scioli pero lo hago de manera personal, no voy a forzar al resto a que tome esa postura institucionalmente”, se comparó.

Para algunos dirigentes, el pacto entre Techint y Arcor reflejará el copamiento de la UIA por parte de AEA, la entidad presidida por Jaime Campos que lideran esos dos grupos junto con Clarín, con un perfil mucho más liberal y opositor.