La Ciudad quiere concesionar bares privados en el Planetario, en el Museo Sívori y la ex cervecería Munich sin pasar por la Legislatura.

De acuerdo a la Disposición N° 77 del ministerio de Desarrollo Económico que encabeza Francisco Cabrera, el gobierno porteño concesionará 7 espacios públicos para actividades privadas, que van desde la instalación de kioscos y confiterías hasta la explotación de canchas de fútbol 5, vóley y básquet.

Como las concesiones son por 5 años, el Ejecutivo puede lanzar las licitaciones sin pasar por la Legislatura, lo que siempre despierta las dudas de la oposición sobre un posible direccionamiento de las adjudicaciones.

El Museo de Artes Plásticas Eduardo Sívori ubicado en Avenida Infanta Isabel entre Iraola y Freyre será concesionado para que funcione un “bar confitería”. Lo mismo se quiere hacer en la ex Cervecería Munich, ubicada la avenida de los Italianos al 900.

En el Planetario Galileo Galilei, ubicado en avenida Sarmiento y Belisario Roldán, el gobierno porteño quiere concesionar otro bar privado.

Otra de las polémicas concesiones se hará en el Polideportivo Onega de la calle Gabriela Mistral al 3800, en donde se otorgará a privados la explotación comercial de canchas de futbol 5 y canchas de fútbol 7. En el Polideportivo Colegiales de Freire al 200, en tanto, también quieren instalar canchas de fútbol, vóley y básquet.

Por último, debajo de la autopista 25 de Mayo, sobre la calle Pedernera N°950, José María N°953 y Riglos N°920, concesionarán la explotación de “complejos deportivos”.

Las concesiones que realiza el ministerio de Desarrollo Económico ya habían sido el blanco de una denuncia penal de la oposición, que acusó a los funcionarios encargados del área de concesiones por defraudación por administración fraudulenta agravada por ser cometida en perjuicio de una administración pública.

Uno de los autores de esa denuncia fue el ex legislador Facundo di Filippo, que dijo a LPO que "ante el avance de la denuncia penal que realizamos hace más de un año la Dirección General de Concesiones entró en un torbellino de llamados a licitación para regularizar parte de lo irregular que fue durante 8 años todo este negociado, pero aprovecharon para agregar más predios públicos a explotar en manos de privados".

"Macri se va, pero pareciera que quiere vender o concesionar todo el patrimonio público que queda en la ciudad antes de dar las hurras", disparó Di Filippo.