Mauricio Macri envió a una legisladora porteña a controlar la fiscalización de la provincia de Formosa, gobernada por Gildo Insfrán desde 1995.

Se trata de Lía Rueda, que es amiga de Macri desde la época en la que presidía la Fundación Conciencia.

Como adelantó LPO, Macri debió enviar a sus propios ministros y legisladores porteños a controlar la inscripción de fiscales para el Conurbano, luego de que sus colaboradores detectaran que la mayoría de quienes se inscriben en algunos distritos son en realidad espías de Sergio Massa o el kirchnerismo.

Pero el operativo se extendió a todas a las provincias, como en La Rioja y Catamarca, donde mandaron al encargado de conseguir inversiones para la Ciudad, Carlos Pirovano, o Chaco, donde enviaron a la legisladora Gabriela Seijo, ex titular del CPG de Palermo.

Desde Clorinda, la legisladora del PRO dijo a LPO que viajó por pedido de Marcos Peña para colaborar con el armado del operativo de fiscalización que compartirán con los candidatos radicales de Formosa en las primarias del domingo 9 de agosto.

La tarea de Rueda y los radicales para cuidar la boleta será espinosa: tendrán enfrente nada menos que a Insfrán, que irá por su quinto mandato en octubre y sacó el 75 por ciento de los votos en su última reelección.

Como explicó LPO, el gobernador imprimirá 50 millones de boletas para octubre, cuando se presente como la cabeza de 60 sublemas, tal como se denomina a las múltiples candidaturas locales que suman para un mismo partido.

En las Paso de agosto, sin embargo, la boleta será de sólo 4 cuerpos. Rueda señaló a este medio que intentarán colocar a 2 fiscales generales por escuela y que necesitan 1230 fiscales para cubrir todas las mesas.

“Es bravísimo porque el gobierno provincial paga 1300 por fiscal y nosotros tenemos militantes”, advirtió la legisladora, que explicó que para colmo Insfrán no permite a los empleados públicos que sean fiscales de otras fuerzas.