UIA
El pacto de Rocca y Pagani para controlar la UIA, preocupados por el impacto del “lava jato"
Los dueños de Techint y Arcor acordaron a escondidas con Méndez bajar a Betnaza. En su lugar propondrán a Kaufmann.

El escándalo del “Lava Jato” que jaquea a Dilma Roussef y a empresarios top de Brasil sigue repercutiendo entre los dirigentes industriales argentinos. El último capítulo criollo de la saga de coimas y sobreprecios que tiene contra las cuerdas al gobierno del país vecino es el pacto que cerraron los líderes de los grupos Arcor y Techint para bajar a Luis Betnaza como candidato de la UIA y poner en ese lugar a Adrián Kaufmann, actual vicepresidente tercero de la entidad.

Como explicó LPO, el caso de coimas de Petrobras puso muy nervioso a Betnaza, quien teme que la justicia vaya por los directivos de Techint. El grupo de Paolo Rocca está involucrado junto con otras constructoras brasileñas por haber cerrado contratos millonarios con Petrobras, en el marco del mayor caso de corrupción de la historia del gigante sudamericano.

Lo cierto es que Betnaza era uno de los que sonaba para suceder a Héctor Méndez al frente de la UIA. Pero la cola envenenada del "petrolao" amenaza a golpear a Techint en cualquier momento, por lo que Rocca prefirió bajar a su operador de esa candidatura y cederle ese desafío al gerente general de Arcor, Kaufmann.

Además de Betnaza, los otros que pretendían postularse eran el diputado por el Frente Renovador y Secretario de la UIA, José Ignacio De Mendiguren y Guillermo Moretti.

Históricamente, la presidencia de la UIA se alterna cada dos años entre la lista de los “industriales” y la “celeste y blanca”. Méndez pertenece al segundo grupo y está en una situación algo anómala ya que sigue siendo el presidente de la entidad pese a que las autoridades debían renovarse hace varios meses. El problema fue que entre los miembros del directorio no habían alcanzado a un consenso por la continuidad, en un año marcado por las elecciones presidenciales, por lo que resolvieron postergar los comicios para después de las primarias, una vez que el escenario político esté más definido.

En los últimos días, Rocca se reunió a escondidas con Méndez en más de una oportunidad. Fue acompañado por el presidente del grupo Arcor, Luis Pagani. Ambos están enrolados en la lista de “industriales” y la próxima presidencia de la UIA les tocaría a ellos. Pero Rocca y Pagani empezaron a negociar por su cuenta con los miembros de la “celeste y blanca”, de espaldas al resto de los integrantes del grupo, es decir, sin representación.

Según pudo saber LPO, otro de los que participó de los encuentros fue el titular de la Coordinadora de empresas alimenticias (Copal), Daniel Funes de Rioja.

Las fuentes consultadas por este medio contaron que habría un principio de acuerdo entre Rocca y Pagani con los empresarios de la “celeste y blanca” para bajar a Betnaza. Así, el operador de Techint desistiría de postularse para presidir la UIA, ante la situación delicada que atraviesa el grupo por el escándalo de coimas en Brasil.

En su lugar, iría el representante de Arcor en la entidad y gerente del grupo alimenticio, Kaufmann.

Pero lo cierto es que lo que está detrás de esto es el intento de la Asociación Empresarial Argentina(AEA) para tomar el control de la UIA, algo que ya intentaron en otras oportunidades, como denunció hace algunas semanas el metalúrgico Juan Carlos Lascurain. “La conducción de la UIA es la misma de AEA”, había adveritdo el dirigente de Adimra.

Techint y Arcor son, junto con Clarín, las empresas que controlan la AEA. Lo curioso es que esa Asociación no es conducida por un empresario sino por Jaime Campos, quien no pertenece a ningún grupo económico en particular.

Tanto Rocca como Pagani tienen la misma política de designar a un empleado jerárquico para que los represente, a diferencia del resto de los industriales, que prefieren ocupar en persona los cargos. En el caso de Techint con Betnaza y en el de Arcor, Kaufmann. Esa dinámica inició primero en AEA.

Las fuentes señalan que los empresarios buscan que el próximo gobierno tenga que dialogar con interlocutores institucionalmente validados. Desde la época de Guillermo Moreno, los funcionarios negocian con cada empresario en particular o con las cámaras de los distintos sectores, pero no con la UIA como entidad. 

De esta manera, el gobierno consiguió dividir tanto el arco empresarial como el sindical y ninguno mantiene una postura conjunta en bloque a favor o en contra de las políticas oficiales.

En ese sentido, tanto Daniel Scioli como Mauricio Macri mostraron esquemas de negociación unificados y no atomizados como lo hizo el kirchnerismo, lo que acaso vaticina uno de los cambios que podría introducir el próximo presidente.

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