Tras la elección del domingo pasado, el precandidato presidencial del PRO, Mauricio Macri, propuso hoy una reforma de la Constitución porteña para flexibilizar los "requisitos" que un candidato a jefe de gobierno necesita para ganar en primera vuelta.

"Lo que tenemos que hacer un día es emprender la reforma constitucional porque no es lógico, claramente, tener un sistema electoral en términos de requisitos de primera y segunda vuelta más exigente que la Presidencia; hay algo raro ahí", enfatizó el jefe de gobierno porteño en diálogo en radio La Red.

Y amplió: "Algún día hay que hacerlo, hay que cambiarlo, si no, siempre va a pasar que cada candidato, por más diferencia que haya perdido, va a pedir ir a la segunda vuelta". 

Macri no pudo ocultar de esa forma el fastidio que le genera que Martín Lousteau -socio del PRO a nivel nacional en el frente Cambiemos- no haya aceptado renunciar al ballotage, algo que incluso le "sugirieron" desde ECO tras la derrota por 20 puntos.

Como explicó LPO, por la realización de la segunda vuelta Macri se vio obligado a suspender su campaña en el interior del país, ya que por estos días está concentrado en dar el último empujón a Horacio Rodríguez Larreta. En el PRO habían planeado que desde el día posterior a la elección del domingo pasado, Macri intensificara sus visitar a las provincias.

Incluso, fuentes del macrismo comentaron a LPO que el jueves por la noche Macri se reunió en secreto con Lousteau, Ernesto Sanz y Roy Cortina, y les ofreció un acuerdo amplio para que el economista desista de la segunda vuelta. Se habría hablado de lugares en el directorio del Banco Ciudad, la Auditoría de la Ciudad y otros organismos que deben renovar su composición, aunque Lousteau lo rechazó. 

"Lousteau no quiere trabajar en equipo", lo cruzó Macri después de ese encuentro. Lo mismo hicieron otros socios radicales del líder del PRO, como Oscar Aguad y Facundo Suárez Lastra que en teoría integran el frente ECO.

El 19 de julio próximo, Rodríaguez Larreta deberá enfrentar a Lousteau en el ballotage, pese a que en la primera vuelta, con el 45,6 por ciento de los votos, le sacó una diferencia de 20 puntos.

La Constitución capitalina establece en su artículo 96 que el jefe de gobierno debe ser electo por "mayoría absoluta", lo que implica la mitad más uno de los votos afirmativos de una elección.

En cambio, para ser electo presidente, la Constitución Nacional modificada en 1994 establece en los artículos 97 y 98 un piso del 45 por ciento de los votos o del 40 por ciento si existiese una diferencia con el segundo superior al 10 por ciento.