En diciembre del 2007, cuando Alfredo Cornejo como parte de la boleta que llevaba a Cristina y Julio Cobos como candidatos a presidente y vice, llegó a la Intendencia de Godoy Cruz, decidió “ordenarla” pese a que su antecesor era radical K como él.

Se encontró con una planta de personal municipal de 2.016 empleados; hoy, casi 8 años después, la nómina de personal es de 1.477, 26 por ciento menos.

“Es el camino a seguir, y ese porcentaje nos parece acorde a lo que el Estado provincial necesita”, detalló a LPO un colaborador cercano del gobernador electo de Mendoza, el radical Alfredo Cornejo.

Así, de cumplirse el plan de “reducción” de personal estatal que plantea el radicalismo junto a sus aliados del PRO y del FR, Mendoza pasaría de tener un poco más de 100 mil agentes estatales, a 75.000.

La forma de hacerlo será similar por no decir exactamente igual a la que se implementó en Godoy Cruz. “Promovimos las jubilaciones de los empleados en edad de hacerlo, y si les faltaban años de aportes, la Municipalidad de hacía cargo. Para esto logramos un convenio con Anses para apurar los plazos; pero además, no ocupamos los cargos de personas que dejaban la comuna, por fallecimiento o renuncia. Al mismo tiempo, reordenamos las tareas, haciendo test de aptitud para que los empleados rindieran lo mejor posible en el puesto que mejor les cabía según sus capacidades”, amplió la fuente, convencidad de que el “esquema Godoy Cruz” será apicable en el Estado mendocino, notablemente superior.

Según colaboradores de Cornejo, Godoy Cruz pudo “ahorrar” unos 80 millones de pesos en un corto periodo, “lo que se invirtió todo en obras públicas”.

Este aspecto de la política municipal de Cornejo fue parte de los mayores cuestionamientos del peronismo antes de las elecciones del 21 de junio, donde el radical se impuso por 7 puntos (47 a 40%) al candidato a la Gobernación del oficialismo Adolfo Bermejo. “Lo que hará Cornejo será un fuerte ajuste en el Estado provincial”, intentó meter miedo el peronismo local.

Un tema aparte es el de los medios estatales. Por el momento, la combativa dirigente de ATE Raquel Blas sólo se ha limtado a decir que “tanto los peronistas como los radicales son lo mismo”, sin profundizar en la posibilidad de que el Estado mendocino, al menos en la cantidad de empleados, pueda reducirse 25%.

Al menos por ahora, Blas ha mantenido el silencio, esperando si realmente Cornejo aplicará el achique en la planilla de agentes del Estado, lo que, en definitiva, también repercutiría en el nivel de ingreso de los gremios por la reducción del aporte sindical de la masa de trabajadores.

Los radicales, a su vez, estiman que una reducción en el personal, hará que la Obra Social de Empleados Públicos, OSEP, hoy con unos 400.000 afiliados, pueda mejorar sensiblemente sus servicios. La situación de la OSEP fue parte importante de la campaña, con Cornejo prometiendo “sanearla” y con el peronismo Bermejo prometiendo un “plan de rescate”.