Gabriel Mariotto demoró demasiado tiempo en organizar una estrategia para lograr que sus principales colaboradores queden como empleados de planta permanente en el Senado bonaerense.

LPO había reflejado un intento del vice de dejarles a sus directores cómodos empleos legislativos. La idea -propia de las viejas prácticas de la política legislativa- era hacer renunciar a los directores al cargo de director (un cargo político), firmar el nombramiento en la categoría más alta de planta permanente, solicitar la reserva de ese cargo y volverlos a designar con el cargo de directores.

Sin embargo, cuando los expedientes estaban listos para firmarse, Mariotto dio marcha atrás, ante el consejo de asesores del Senado quienes le advirtieron que la maniobra podría ser un escándalo.

Por eso, la búsqueda de una nueva estrategia hizo que los días transcurrieran y finalmente encaró otra dudosa maniobra que ahora hace peligrar esa preciada estabilidad laboral para los años que vienen. Es que según pudo saber LPO, podría ser el próximo vice quien defina el futuro laboral de los directores que aún hoy se mantienen fieles a Mariotto.

La nueva estrategia se basa en otra maniobra polémica. Los directores de área ya renunciaron a su cargo político, quedarán 'en el llano' durante tres meses, recién en agosto obtener una planta transitoria y a los seis meses podrán gozar de la planta permanente.

Eso presenta una irregularidad compleja. Hoy el Senado bonaerense no tiene directores nombrados. Es decir que institucionalmente, la Cámara Alta, funciona sin una categoría importante en el organigrama tradicional. Todo fruto de un mecanismo que permita a esos directores quedarse como empleados durante los próximos años.

Pero el problema es que al momento de alcanzar los seis meses, ya Mariotto estará seguramente ensayando sus discursos para el Parlasur y un nuevo vicegobernador tendrá las riendas del poderoso Senado bonaerense. En síntesis, las marchas y contramarchas en estrategia del hombre de Lomas hizo que ahora esos valiosos cargos queden en manos de lo que decida el próximo vice.

Hay un antecedente directo sobre esto y es que fue el propio Mariotto quien barrió con los contratos del personal que respondía a Federico Scarabino cuando este último tampoco llegó a tiempo para formalizar los trámites de sus directores.