A una semana de las elecciones de gobernador (5 de julio) desde los búnker de las principales alianzas lanzan encuestas con resultados muy diferentes, pero que permiten de todas maneras construir un perfil de lo que sucede, por ahora, en el ánimo del padrón.

Unión por Córdoba (la tradicional alianza que encabeza el peronismo) lleva como candidato al ex gobernador Juan Schiaretti (2007-2011), secundado por el ex intendente de San Francisco, Martín Llaryora.

Los peronistas aseguran que la ventaja de Schiaretti es indescontable para sus rivales. Sostienen que las encuestas le otorgan 37 puntos a su candidato, contra 25 del radical Oscar Aguad y 21 del kirchnerista Eduardo Accastello.

Esa diferencia aproxima el resultado a lo que ocurrió hace cuatro años, cuando José Manuel de la Sota enfrentó a Luis Juez y a Oscar Aguad.

Los operadores de la alianza Juntos por Córdoba (UCR, PRO, juecismo y Ucedé) reconocen que el primero es Schiaretti, aunque reducen la ventaja a apenas tres puntos: 33 para el oficialista, 30 para la fórmula Aguad-Héctor Baldassi y 20 para Accastello.

Los aliancistas acompañan la encuesta con una arenga para que la militancia apure su trabajo en los últimos días antes de la veda, que comenzará el próximo viernes a las 8 de la mañana, como es habitual.

Macri con Aguad, Juez y Baldassi en su última visita a Córdoba.

Prensa PRO

Finalmente, la coalición Córdoba Podemos, que lleva como candidato a gobernador a Accastello y a vice al humorista Cacho Buenaventura, afirma que la ventaja de Schiaretti es de cuatro puntos sobre la fórmula del oficialismo nacional.

De todos estos números se desprende que Schiaretti va primero en la intención de voto, condición que le reconocen hasta sus rivales.

Eso explica el inusual frío de la campaña por parte del delasotismo. Schiaretti, por ejemplo, rehusó participar en los debates que se organizaron en la provincia. Tampoco se aprovecharon las contradicciones entre Aguad y su jefe de campaña, Juez, con publicidades negativas, probablemente por entender que no es necesario agitar al electorado.

De todos modos, en riguroso off the record los peronistas admiten que la diferencia debe ser menor que los doce puntos que venden.

Los radicales también reconocen en privado que inflan a su propio candidato para mantener las expectativas, por lo que se especula que la distancia entre Schiaretti y Aguad sería de entre siete y ocho puntos.

Los kirchneristas pretenden ubicarse en el segundo lugar, que de lograrlo harían una proeza en un territorio difícil para el Frente para la Victoria.