Durante el transcurso de los próximos días se terminará de concretar una noticia que indudablemente derribará el discurso “anti-soja” que pregonó en los últimos años el kirchnerismo respecto a la producción agrícola en la Argentina.

Es que, si bien en las últimas campañas la producción de soja batió todos los récords, el dato ahora es que la cosecha que se registrará en 2014/2015 será por lejos la mayor de la historia del país justo unos meses antes de que Cristina Kirchner deje la presidencia.

En este sentido, según pudo averiguar La Política Online con diversas fuentes del sector, la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA) dará a conocer ésta o la próxima semana que la cosecha de soja finalizó con más de 60 millones de toneladas.

Se trata de un récord absoluto que, inclusive, supera por amplio margen al anterior mayor registro del año pasado que se ubicó en torno a las 55 millones de toneladas. Es decir, éste año se produjeron 5 millones de toneladas más que en 2013/14 (+8%).

“Esto se dio porque el kirchnerismo se empecinó con intervenir el resto de los mercados agrícolas favoreciendo de manera única a los producción de soja ubicada en la zona núcleo”, explicó a LPO el director de la consultora Nóvitas, Enrique Erize.

“Si hubieran liberado las exportaciones y eliminado las retenciones del trigo y el maíz, esta realidad no estaría ocurriendo”, indicó Erize. “Inclusive, tendríamos más oferta y mejores precios de los derivados de estas materias primas en el mercado interno”, dijo.

Lo cierto es que a la fecha se cosechó un 97% de las 20 millones de hectáreas sembradas y sólo restan cosechar algunos sectores del sur de las provincias de Buenos Aires y La Pampa y pequeños cuadros localizados en el norte del país.

De esta manera, los técnicos de la BCBA estiman que el 3% restante por cosechar se concretará en los próximos días aportando así las 800.000 toneladas que aún quedan en diversos lotes puntuales y se llegue así al récord de 60,08 millones de toneladas.

La soja en la era K

Para tener una idea del notable proceso de sojización que se vivió en la era kirchnerista -contrariamente al discurso oficial- en la primera cosecha del gobierno de Néstor Kirchner (en 2003/04) se produjeron apenas 37,6 millones de toneladas.

Ese número fue creciendo progresivamente: ya en el año 2007 (aún con retenciones inferiores al actual 35%) se cosecharon 47,5 millones de toneladas, mientras que al año siguiente, en pleno conflicto entre el Gobierno y el campo, se produjeron 46 millones.

Sólo en el año 2009, producto de una de las peores sequías de los últimos cien años, se cosecharon solo 32 millones de toneladas. Sin embargo, esa campaña fue una excepción. En 2011 se llegó a 48 millones, al tiempo que en 2012 se cayó a 41 millones.

Así se llegó a las últimas dos campañas que marcaron récords históricos. Primero en 2013 cuando se cosecharon 48,5 millones de toneladas (lo cual era una cifra sumamente importante); y luego el año pasado -en 2014- cuando se produjeron 55 millones.

“El hecho de que la Argentina haya registrado semejante aumento en la producción de soja deprimió los valores internacionales de la soja dado que el país es formador de precios y el tercer productor mundial detrás de EE.UU. y Brasil”, consideró Erize.

Retenciones

En mayo pasado -mes en el cual se concentra el ingreso de la cosecha de soja- la recaudación por retenciones agrícolas fue de $ 7951 millones, una cifra que representa un 5,7% del total de los recursos tributarios recaudados por el Gobierno.

Así, según una nota publicada en varlosoja.com, la recaudación por retenciones del mes pasado fue tan baja que ni siquiera logró superar los ingresos generados en el mismo período por el Impuesto a los Créditos y Débitos ($ 8171 millones).

En tanto, en el primer cuatrimestre de 2015 la recaudación por retenciones apenas había representado un 4,9% del total de los recursos tributarios en dicho periodo, según datos del Ministerio de Economía de la Nación.

“La eliminación de los derechos de exportación terminaría generando un crecimiento de la recaudación superior -vía impuestos tradicionales- al monto que dejaría de percibirse por no cobrar más retenciones”, señala el artículo del sitio especializado.

Para trazar un paralelismo, cuando la soja llegó a superar los 600 dólares por tonelada en 2008, los derechos de exportación al agro llegaron a representar un 13% del total de la recaudación nacional (más del doble que en la actualidad).

Por el contrario, en mayo de 2013 y 2014 las retenciones habían representado un 6,9% y 8,3% del total de la recaudación (en ese momento ya se evidenciaba una suerte de estabilización en el precio de la soja en torno a los 350 dólares).

Como sea, en las actuales circunstancias las retenciones a la soja siguen cumpliendo un rol clave para el Estado. La semana pasada las cerealeras liquidaron u$s 789 millones, mientras que en lo que va del año la liquidación del sector supera los u$s 9300 millones.