Los gobernadores del norte le piden a Cristina Kirchner que baje a Florencio Randazzo a la provincia de Buenos Aires y proclame a Daniel Scioli como único candidato a presidente del Frente para la Victoria.

La primera piedra la tiró Juan Manuel Urtubey, flamante gobernador reelecto de Salta, quien aprovechó la tranquilidad de ya no tener compromisos electorales para oficializar su apoyo con Scioli y acompañarlo a Santa Fe, para respaldar a Omar Perotti.

Urtubey no se quedó ahí. Hoy hizo un recorrido mediático en Capital Federal y seguirá de gira con Scioli por Tierra del Fuego, donde la candidata Rosana Bertone cumple las mismas condiciones de Perotti: proviene del PJ ortodoxo y no comulga a con el cristinismo.

El salteño no está solo: Gildo Insfrán (Formosa), Gerardo Zamora (Santiago del Estero), Eduardo Fellner (Jujuy) y Jorge Capitanich (Chaco) también apuestan todo a Scioli y esperan que el ministro de Interior compita en territorio bonaerense, donde araña los 20 puntos en cualquier encuesta.

Este grupo comenzó a bajar una línea que ya suena en los medios y en los corridillos políticos: el mejor candidato a gobernador del oficialismo, no quiere presentarse. Se entiende fácilmente de quién se habla.

“Si Cristina se opone nadie le dirá nada. Pero no puede ser que nos perdamos de este combo, porque ganamos en primera vuelta”, confió a LPO la mano derecha de uno de los gobernadores que no quiere una primaria Scioli-Randazzo.

Randazzo en un reciente encuentro con Capitanich en el Chaco.

Es que en la mayoría de las provincias el gobernador gana claramente pero el ministro hace pié en Buenos Aires y en Capital. Montarse sobre una primaria significaría para los mandatarios la incómoda tarea de equilibrar.

Además, consideran que un triunfo en primera vuelta será más fácil si Scioli y Randazzo unen fuerzas en octubre. Juntos, garantizan más de 40 puntos en la provincia de Buenos Aires que no pueden darse por obtenidos sin alguno de ellos.

Capitanich es otro de los activos promotores de lista única. Le atribuyen haber promovido en las sombras que Cristina fuera a la provincia, una forma de medir el impacto de su figura en la boleta. Pícaro, Randazzo viajó rápido al Chaco y lo tentó con una candidatura a vicepresidente, para desactivar las presiones del chaqueño por la lista única.

Hoy corrían muchas versiones, típicas de semana previa al cierre de listas. En el kirchnerismo se hablaba de Aníbal Fernández como vice de Daniel Scioli y Diego Bossio retomando a la provincia, tal vez para acompañar a Randazzo en una fórmula.

Lejos de todas las versiones, Julián Domínguez continúa su campaña. Participó del cierre de campaña de Omar Perotti y anticipó que su compañero de fórmula será una cristinista puro. El que más suena es Eduardo Wado De Pedro, quien le puso al jefe de campaña, su tío Alberto España.