El inquieto Avelino Tamargo volvió a hacer negocios con el gobierno porteño y recibirá 500 mil pesos a través de una polémica contratación directa para homenajear al cómico Alberto Olmedo.

Tamargo, ex legislador del PRO y dedicado en los últimos años a la organización de eventos culturales y deportivos con fondos de la Ciudad, maneja la empresa Sinergya, en la que supo ser socio de Marcelo Figoli y Diego Finkelstein del Fenix Entertainment Group, que dejaron de participar de la empresa hace dos años.

Avelino, que fue quien trajo al gurú Ravi Shankar al país, ahora cerró la contratación de la Muestra "Alberto Olmedo - 80 Aniversario".

Se encargará de su armado, equipamiento, personal afectado a su organización y seguridad y la locación del predio donde se desarrollará la muestra, todo ello en el marco del Programa "Fortalecimiento de la Identidad y Cambio Cultural".

Las travesuras de Avelino

A comienzos de siglo, Avelino era una promesa de la político. Mano derecha de Gustavo Béliz, terminó en las huestes del PRO y llegó a legislador porteño por su insistente presencia en la sede que tuvo la campaña de Macri por la jefatura.

“Llegaba primero y se iba último, pero como no tenía nada para hacer, se quedaba en los pasillos y Mauricio lo veía todos los días al pasar; le cayó bien y lo hizo entrar en la lista”, explican los especialistas en macrismo.

Cuando quedó afuera de la Legislatura en 2011, Tamargo recibió como consuelo la promesa de Mauricio Macri de que podría organizar tres shows por año en el teatro Colón.

Para eso, Tamargo puso a rodar la productora Sinergya. Con la excusa de “abrir el Colón a la sociedad”, Tamargo promovió los shows de “Los Elegidos”, que le permitió actuar en el Colón a artistas populares como el Chaqueño Palavecino, Valeria Lynch, Patricia Sosa, Palito Ortega y Marilina Ross, entre otros. La estrella del show fue la cantante de cumbia Karina "La Princesita".

Pero en el propio PRO protestaron que los shows no tenían nada de populares, puesto que los organizadores cobran hasta seis mil pesos por un palco.