Elisa Carrió volvió a dar la nota hoy en el Congreso, cuando se peleó a los gritos con Anabel Fernández Sagasti durante la reunión de comisión de juicio político, en la que se siguió tratando el pedido de informes de salud sobre Carlos Fayt.

“Lilita” buscó presentar un dictamen, pero la diputada camporista se lo impidió, en una maniobra claramente irregular.

"Ustedes no tienen fuerza, tienen miedo y saben que están atentando contra el orden constitucional. Esto es una persecusión inhumana contra un juez y eso lo lleva adelante una mujer joven, lo que es peor aun", la increpó. "Yo con delincuentes que cometen atentados contra le orden constitucional no trato", arremetió luego.

Su reclamo no es menor. Como parte de la estrategia, el kirchnerismo impide la presentación de dictámenes, para no tener que llevar el tema al recinto. En una polémica interpretación, entiende que no se tratan expedientes, sino "notas".

Fuentes que trabajan desde hace años en el Congreso comentaron a LPO que Carrió tenía razón: por reglamento, no puede impedírsele presentar un dictamen. Por eso el bloque oficialista utiliza en ocasiones el recurso del cuarto intermedio para evitar este tipo de jugadas que pueden complicarlo.

La extensa nota que quería presentar Lilita plantea que "de avanzar en procederes como el que se pretende impulsar, que no son otra cosa que una embestida contra el Ministro de la CSJN Carlos Fayt como miembro del Poder Judicial; se estaría dando el principio de ejecución de delitos federales", según reprodujo Clarín.

 En su misiva, Carrió sostiene que el pedido de un informe médico implica "una grave alteración del orden constitucional" y argumenta esto en que "al no existir un pedido de juicio político ni causa alguna que pudiera sustentarlo, el Parlamento se estaría entrometiendo en cuestiones propias del Poder Judicial y su máximo tribunal, avasallando ostensiblemente el ámbito de independencia del que debe gozar la magistratura".

Como explicó LPO, hoy el kirchnerismo dio otro giro en su ofensiva contra el juez de la Corte Suprema Carlos Fayt y creó una subcomisión que estudiará si el magistrado tiene facultades para continuar en el máximo Tribunal. Las reuniones serían secretas, para no dar más pasos en falso.

La camporista Anabel Fernández Sagasti tuvo que congelar las citaciones y recién ayer convocó a una reunión para esta tarde. Pudo hacerlo, porque en realidad la primera reunión nunca finalizó, sino que pasó a un cuarto intermedio.

Y esta tarde todo volvió a enredarse. El kirchnerismo apareció con la idea de crear una subcomisión de cinco miembros, tres oficialistas y dos opositores, que discuta si hay condiciones para iniciar un pedido de juicio político a Fayt en reuniones privadas.

“Mi opinión es que no deberían ser públicas. No queremos montar un escenario con esto, sino resguardar la intimidad de las personas” sugirió Fernández Sagasti.