Entre gritos y en medio de una bochornosa reunión que debió ser desalojada, los miembros oficialistas de la Auditoría General de la Nación (AGN) aprobaron un informe que suavizó el trabajo demoledor por el que se habían detectado irregularidades en la compra de trenes chinos.

Como anticipó LPO en exclusiva, la AGN se aprestaba a aprobar un durísimo informe, con la colaboración de los técnicos de la línea San Martín, en el que se detectaron sobreprecios, falta de planificación y comisiones excesivas a las empresas chinas CSR, CNR y CITIC por parte del Gobierno nacional.

El trabajo al que accedió en exclusiva LPO, cuestionaba tanto el accionar de los ex secretarios de Transporte, Ricardo Jaime y Juan Pablo Schiavi, como el papel que tuvo el actual ministro de Interior y Transporte, Florencio Randazzo en los primeros meses de su gestión en los negocios cerrados con las empresas ferroviarias chinas.

Pero hasta último momento el auditor oficialista Vicente Brusca intentó frenar la aprobación del informe. Brusca quiere que Cristina Kirchner lo deje renovar en la Auditoría y ya había hecho los deberes tras neutralizar el último relevamiento sobre el manejo de los fondos de “Futbol Para Todos”.

Ahora, para frenar el informe inicial, Brusca impulsó el tratamiento de un trabajo alternativo que apuntaba a morigerar los cuestionamientos con una amplia reseña de todas las compras de equipos ferroviarios que hizo la administración kirchnerista en los últimos dos años para poder modernizar los servicios de pasajeros.

Incluso, la idea de Brusca era colocar unas cinco páginas en el inicio del informe en las que reivindicaba la figura de Juan Domingo Perón y su política ferroviaria, pero sus colegas lo detuvieron. Aunque Brusca logró realizar algunas maniobras irregulares como la de agregar al informe consideraciones provenientes del descargo del auditado cuando la propia norma de la AGN lo prohíbe.

Tras una resistencia inicial de sus colegas peronistas, Brusca logró convencer a la mayoría que tiene el oficialismo en la Auditoría y logró que el organismo aprobara el informe lavado sobre la compra de los trenes, sólo con el voto de los peronistas.

Se trata de un caso inédito en la Auditoría, puesto que los informes suelen consensuarse entre el oficialismo y la oposición y no suele haber dos informes distintos sobre el mismo tema.  

Pero para aprobar el informe, los oficialistas debieron soportar un papelón en medio de la reunión, luego de que el auditor radical Alejandro Nieva chicaneara a Brusca y desatara un griterío. 

"Usted es tan oficialista que su comisión en un año no hizo nada, ¿y ahora está tan apurado por aprobar esto?", le dijo Nieva a la auditora Vilma Castillo,  quien fuera asesora de Cristina en sus épocas de senadora. Castillo se sacó con la chicana de Nieva y armó una hecatombe ante la solemnidad de los sexagenarios que habían copado la sala -eran unos 50-.

"Por favor desalojen la sala", dijo el pomposo Javier Fernández. Pero el desalojo no detuvo los balidos de Castillo. 

Críticas de la oposición

El auditor Alejandro Nieva aseguró que "lamentablemente el oficialismo ha cambiado todo el informe" realizado por los "equipos de las auditorías y supervisores" que advertía sobre la "falta de cumplimiento del proceso de contratación de trenes en base a los acuerdos con China".

El oscuro intermediario                                                         El titular de la Auditoría, Leandro Despouy, envió los dos informes, el original y el suavizado, al juzgado federal nº 7, donde el tema estaba siendo investigado tras una denuncia del abogado Ricardo Monner Sanz. El letrado había denunciado la participación en las operaciones de un misterioso intermediario entre el ministerio de Planificación y las empresas chinas.

"El objetivo del oficialismo fue suavizar, lavar, relativizar las observaciones y justificar los incumplimientos atenuando las observaciones, dejan de hablar de incumplimientos y mencionan que hay demoras", se quejó Nieva.

En un primer momento, la minoría de la AGN -que integran Nieva, Horacio Pernasetti y Leandro Despouy- había consensuado un informe que detectó, entre otras irregularidades, la falta de informes de factibilidad, la utilización generalizada de Órdenes de Pago sin Imputación Presupuestaria y la adquisición de 220 coches y 20 locomotoras para la ex línea San Martín sin establecerse con antelación un plan de explotación ferroviaria.

Además, se advirtió que no hubo cotejo de precios con otras empresas. "Los cuatro auditores del FpV aprobaron el informe que cambia sustancialmente las observaciones presentadas por los equipos de las auditorías que habían elaborado con la participación de todos, de los supervisores, había pasado por reuniones de asesores y en estas últimas dos semanas cambiaron radicalmente las observaciones", alertó Nieva.

El relevamiento cuestionaba el accionar de los ex secretarios de Transporte, Ricardo Jaime y Juan Pablo Schiavi y los primeros meses del actual ministro de Interior y Transporte, Florencio Randazzo.

Según comentó Nieva, se gastó un monto superior a "500 millones de dólares en material ferroviario" de las empresas chinas.

"Se modificaron totalmente las conclusiones del informe", alertó y agregó que "se hace hincapié en la modernización del sistema ferroviario trayendo como ejemplos líneas de ferrocarriles que no son auditadas".