Alejandro Vanoli negó hoy que haya demoras en el pago de importaciones, que según distintas estimaciones, alcanza los 5000 millones de dólares. El presidente del Banco Central argumentó que se aumentó en un 50% el monto en divisas destinado a ese concepto, y adelantó que en los próximos meses varias empresas saldrán a tomar deuda en el mercado, aprovechando el interés de los inversores en los activos argentinos.

“No hay atrasos en el pago de importaciones, porque precisamente nosotros aumentamos un 50% los pagos de importaciones, y eso permitió no sólo mantener los cronogramas con los distintos sectores económicos, sino hasta incluso darle más cupo a la industria automotriz, al sector fueguino o las motos”, le dijo Vanoli a LPO, después de finalizar su presentación en un desayuno organizado por la Asociación Argentina de Presupuesto (Asap).

De esta manera, el funcionario desacreditó los cálculos de los economistas que ubican esta deuda “flotante” entre unos 5000 y 6000 millones de dólares. El atraso en el pago de importaciones comenzó el año pasado, cuando el BCRA empezó a negarse a venderle divisas a las compañías que en muchos casos ya tenían aprobadas sus Declaraciones Juradas(DJAI) para dichas compras.

“No sólo estamos abonando los montos de importaciones, sino también dando pagos para inversiones, por ejemplo en energía”, amplió un entusiasmado Vanoli.

Consultado acerca de la medida tomada la semana pasada por la que se amplió el plazo por el que las empresas que se financien en el exterior pueden liquidar las divisas que obtengan por esta vía, el presidente del Central explicó que “había interés en muchas empresas por aprovechar el contexto financiero global y en ese sentido, como para algunos, pese a que nosotros estamos plenamente convencidos y el mercado lo ha convalidad de que las expectativas cambiarias se han calmado, para algunos todavía podía ser un temor, así que quisimos dar certidumbre de que si alguno quería postergar la liquidación de divisas, pudiera hacerlo”.

“Sabemos que hay varias empresas que están tratando de aprovechar de hacer una salida al mercado antes del verano del hemisferio norte, así que creemos que esto va a ser importante”, adelantó el funcionario.

Por otro lado, el titular del BCRA volvió a referirse a las utilidades retenidas por empresas desde el 2011 y que, como publicó este medio, ya superan los U$S10 mil millones. “Las utilidades se han reinvertido, y nosotros vamos a discutir con los distintos sectores cuáles son los mecanismos para que el proceso de pago de utilidades se haga fortaleciendo las inversiones en el país sin generar ninguna tensión en el sector externo”, reiteró Vanoli.

“Como hicimos con las importaciones, vamos a ir administrando de qué manera establecer cronogramas para el pago de utilidades”, añadió.

“¿Podría ser con un bono?”, preguntó este portal, una posibilidad que habían insinuado algunos especialistas. “Vamos a ver”, respondió, misterioso, Vanoli.

Con estas declaraciones, Vanoli reafirmó lo que le dijo a El Cronista el jueves pasado, cuando insinuó que el año próximo las compañías podrán volver a girar sus utilidades a sus casas matrices.

Este es un punto fundamental para algunos sectores como el minero, que tienen su actividad parada por este motivo. Por lo cual ponen como requisito para volver a invertir que se regularicen los giros. De ahí su preocupación por que los candidatos presidenciales den garantías de que podrán hacerlo.

Durante su presentación, Vanoli confirmó que tiene mandato hasta el 2019 y aclaró que el próximo presidente deberá arreglar con los fondos buitre, sea quien sea el continuador de Cristina al frente del gobierno.

En ese sentido, le pidió a los holdouts “que acepten una quita” y a quien gane en las elecciones que negocie “en condiciones firmes y profesionales”. “Hay que darles una señal”, sugirió Vanoli.

Por otro lado, consideró que la tasa de inflación sigue siendo “alta” pero “razonable” y bajó considerablemente hasta para las consultoras privadas.

En cuanto al desendeudamiento, Vanoli planteó que ese proceso llegó a su fin porque “el desarrollo de infraestructura requiere de endeudamiento”. “Que Argentina haya dejado de desendeudarse tiene que ver con el piso de deuda alcanzado por empresas, familias y Estado”, puntualizó el funcionario.

“Me parece razonable salir al mercado como un complemento de la política fiscal y monetaria, que ayude a la esterilización”, acotó.

Respecto de la posibilidad de flexibilizar el cepo cambiario, el titular de la autoridad monetaria lo condicionó a "ver lo que pasa con (la situación económica de) Brasil y con (el litigio con) los fondos buitre para determinar cuál es el grado de apertura de las cuestiones financieras".

Por último, marcó como tarea para "los próximos meses", la necesidad de "reducir la brecha" cambiaria, entre el dólar oficial y el blue, "todo lo que se pueda".