Salta
Urtubey promete que abrirá todas las urnas para que Romero no denuncie fraude
Será por única vez y a partir del martes. El senador exige un conteo manual en las mesas pero sólo se “cantarán” las listas.

Juan Manuel Urtubey cree que vencerá sin problemas a Juan Carlos Romero el domingo y su preocupación es que el senador no vuelva a denunciar fraude como en las primarias, cuando adjudicó los 14 puntos de distancia a alteraciones en el novedoso sistema de voto electrónico implementado en esta provincia.

Pero el gobernador no le dio todos los gustos a su antecesor: aceptó por única vez abrir la totalidad de las urnas en el escrutinio definitivo, pero sólo concedió parcialmente el pedido de contar manualmente los votos en cada mesa.

Los fiscales sólo podrán escuchar un “canto” de los presidentes de mesa de cada lista votada por cada categoría e ir contando sobre la marcha como puedan.

Es que el principal beneficio del sistema es un escrutinio veloz, capaz de brindar los resultados finales a pocas hora del cierre del escrutinio, pero esa celeridad es la misma que deja dudas. 

La velocidad es posible porque el conteo se realiza en forma automática, al apoyar sobre un lector de la máquina la boleta que los ciudadanos imprimieron e introdujeron doblada en las urnas, pulsando sobre una pantalla táctil. Los ciudadanos pueden votar boletas completas o por cada categoría.

Con esa metodología, en el escrutinio provisorio las urnas se abren y y los datos de cada boleta se cargan de a una y seguir la descarga en tiempo real no es una tarea sencilla. Ni que hablar para quien no haya podido acercar un fiscal a la mesa.

“Ahora cada fiscal podrá ver la boleta y hacer su propia cuenta a medida que se canten las listas. Así que no habrá problemas”, garantizó Teresa Ovejero, la secretaria del Tribunal Electoral que esta tarde informó las medidas de seguridad que se agregarán a los comicios.

Teresa Ovejero, secretaria del Tribunal Electoral de Salta, muestra como funciona la votación por boleta única electrónica.

Romero y su compañero de fórmula Alfredo Olmedo basaron su campaña para las generales en la certeza de que hubo fraude en abril y podría haberlo el domingo. 

Su hipótesis, nunca comprobada en la justicia, es que el escrutinio veloz es fraguado y sólo puede ser lícito si cada boleta se cuenta a mano, o sea, se vuelve al escrutinio tradicional, aun habiendo votado a través de máquinas. 

Creen que sino no habrá transparencia aun cuando en el escrutinio definitivo, que empieza recién 48 horas después, se abran todas las urnas.“Van a contar los votos cuando las urnas estén en su poder”, denunciaron en un comunicado y pidieron que "se cumpla con el artículo 11 de la ley 7730 de Voto Electrónico, es decir que los votos se cuenten manualmente en la mesa en presencia de los fiscales y el presiente de mesa, antes de manipular las urnas".

Frente a estas sospechas, Urtubey hizo otros cambios, como incluir boletas de fantasía en las máquinas simuladoras que hay en las escuelas. Romero había denunciado que se “inducía el voto” al explicarle los fiscales al votante qué tenían que pulsar.

De hecho, la educación del votante es otra de las zonas grises del sistema, que quieren copiar la Ciudad de Buenos Aires y San Luis y no fue muy aceptado en muchas parte del mundo, como Alemania.

Las máquinas se encuentran a un rincón de las mesas y suele decirse que al momento de saldar dudas de ciudadanos los presidentes de mesa emiten el sufragio.

Otra duda es el destino de los votos de quienes no tengan bien definida su identidad. Se trata de aquellos ciudadanos cuya documentación no esté en buenas condiciones y aún así el tribunal electoral los deja votar igual, pero algunas particularidades. 

Su boleta se introduce en un sobre blanco con sus huellas digitales y recién en el escrutinio definitivo se comprueba si su identidad era verdadera para definir si su voto es válido. O sea, cualquier persona que el presidente de mesa considere con documentación poco clara no lo sumará al escrutinio provisorio del domingo, que consagrará un ganador.

La confianza de Urtubey en repetir el triunfo es plena y tal es así que se atrevió el jueves a cruzarse en un debate televisivo con Romero, donde se sacaron chispas.

El gobernador insistió en considerarse el primero en atacar la pobreza estructural, uno de los históricos problemas de Salta. Romero volvió a pedir seguridad y alertó sobre el aumento del narcotráfico por ciudades fronterizas como Orán, donde el senador suele decir que existen restaurantes colombianos de tantos ciudadanos de ese país que residen en la zona.

Karina Rabollini acompañó a Urtubey en el final de su campaña.

La visita de candidatos nacionales para colgarse del triunfo tuvo un primer paso hoy, con la llegada de Karina Rabolini, figura clave en la campaña de su esposo Daniel Scioli.

Recorrió junto a Urtubey un flamante museo del general Güemes. Para el domingo no descartan a Randazzo y a Wado De Pedro.

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