Fernando “Chino” Navarro atraviesa su peor momento con La Cámpora, la organización de “jóvenes” kirchneristas que lo quiere desplazar de la jefatura del bloque de los diputados bonaerenses del Frente para la Victoria.

Navarro es el número dos del Movimiento Evita, la segunda organización de militantes K de mayor magnitud, que arrastra una vieja interna con la agrupación creada por Máximo Kirchner.

La tensión entre el Chino y La Cámpora es tal, que el lomense debió padecer una embarazosa escena el pasado miércoles, luego de la sesión de Diputados.

En medio del estacionamiento ubicado dentro del Palacio Legislativo, Navarro estaba por subirse a su camioneta de lujo cuando fue interceptado por Rocío Giaccone, una joven diputada de La Cámpora.

Giaccone, una de las más íntimas de José Ottavis –el principal delegado de La Cámpora en la Legislatura bonaerense-, increpó a Navarro en público.

“Chino, no puede ser que nos trabes los proyectos, vos tenés un problema personal con nosotros”, le disparó Giaccone.

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El dirigente del Evita quedó pasmado e intentó calmar a su enfurecida interlocutora, que continuó con su afrenta: “Vos tenés un problema personal con La Cámpora”, remató la juninense Giaccone.

El Chino atinó a decir que no era el lugar para tener una discusión semejante, se subió a su camioneta y salió arando del establecimiento. Sin embargo, pese a que Giaccone, de 34 años, no le dio el golpe de nocaut, para La Cámpora Navarro tiene los días contados en la jefatura de bloque.

La indignación del Chino con el actual momento político se hizo evidente hoy, cuando dijo que “no me representa ni Scioli ni Randazzo y en la provincia de Buenos Aires, ni Domínguez ni Aníbal Fernández”.