El Partido Justicialista hará su congreso el viernes en Parque Norte para habilitar el marco de alianzas, pero el debate en cada rincón será sobre cómo se armarán las boletas en la provincia de Buenos Aires, donde además de los candidatos a presidente hasta ahora quieren competir una decena a gobernador.

El trámite inmediato será habilitar al PJ a hacer alianzas con fuerzas afines, que en efecto no es más que la visa para conformar una vez más con otros partidos menores el Frente para la Victoria, sello insignia del kirchnerismo.

El dato más relevante llegará el 10 de junio, cuando el FPV deba presentarse en la justicia y definir su reglamento interno para armar las boletas.

Según pudo saber LPO, entre las alternativas que barajan está la de imponer cruces de candidatos, esto es "todos con todos" o permitir que cada intendente elija el gobernador y el presidente que quiera, es decir una interna clásica.

Esta última alternativa empezó a quedar descartada por una sencilla razón: Scioli está por encima de Randazzo y no habrá intendente interesado en tenerlo en su boleta. Sería el peor escenario para Cristina porque quedaría oficializado el final de su ciclo, al menos en lo que se trata de imponer un sucesor.

La alternativa de "todos con todos" surgió luego que la Casa Rosada les dejara claro a los intendentes bonaerenses que Cristina armará toda la lista de diputados nacionales y que sea como sea que terminen los tramos de Presidente y Gobernador, todos deberán llevar la lista de diputados nacionales de la Presidenta, donde se propone guarnecer a sus incondicionales de La Cámpora.

"No hay problema que haya lista única de diputados, pero también queremos lista única de intendentes", contrarrestaron rápido los jefes comunales. hasta ahora la Casa Rosada accedió al pedido salvo contadísimas situaciones.

Por eso, a diferencia de las últimas dos elecciones, Martín Sabbatella y sus candidatos esta vez deberán definir suerte en las primarias. No habrá colectoras que debiliten a los intendentes. 

Sin embargo, el esquema de liberar los tramos de Presidente y Gobernador y unificar intendentes, diputados nacionales y legisladores provinciales, suena demasiado a una burla del espíritu de la ley de primarias. Por eso, el “todos con todos” es por estas horas materia de consultas con juristas y apoderados. 

En principio, los especialistas coinciden en que a trazo grueso no hay impedimentos legales, pero la logística puede ser caótica y derivar en conflictos interminables.

Cualquier trifulca se dirimirá ante junta electoral del Frente para la Victoria, que como siempre manejará a gusto Carlos Zannini, con la asistencia de Jorge Landau.

Y no serán pocas. Si como indica la tradición cada modelo de boleta se imprime en un número que supere 3 veces la cantidad de votantes, con los cruces posibles habrá cuartos oscuros con millones de papeletas. "mas que cuartos oscuros vamos a necesitar estadios", afirmó burlón a LPO un experimentado y joven operador del Conurbano.

Incluso, como anticipó LPO, el costo de imprimirlas y repartirlas será récord y algunos intendentes aseguran que ni siquiera hay capacidad en las imprentas para reproducir los millones que se necesitan.

Desde 2011, las boletas son a color y por lo tanto varias veces más caras. “Se podría llegar a la insólita situación que el dinero que el Estado brinda por los votos obtenidos no alcance”, se alarmaban esta noche los voceros consultados.

Pero no todos los resquicios legales están cubiertos: ¿Bajo que reglamento se impondrán candidaturas únicas de intendentes en la mayoría de los distritos y se habilitará la competencia en casos especiales como Florencio Varela e Ituzaingo, donde hay anotados aspirantes de Nuevo Encuentro o Lanús donde quiere presentarse el camporista Julián Alvarez?.

El otro interrogante es la discrecionalidad que pueda tener Zannini para proveer las boletas cuando llegue el momento de la verdad. Al ser una sola papeleta con los candidatos de cada categoría pegados, sólo la Junta del FpV nacional tendrá cada modelo oficial disponible. Y hay resquemores sobre la efectiva provisión de boletas según el candidato sea de mayor o menos agrado de la Casa Rosada.

Frente a este complicado modelo el otro que se maneja se engloba bajo el sugerente título de "libertad". Esto es que los candidatos acuerden libremente sus alianzas y la integración de las listas. Una interna clásica, en este caso abierta. Se trata, obviamente de una formidable cesión de control político de las listas que hasta ahora la Casa Rosada no parece entusiasmada por transitar.