La decisión del gobierno de Enrique Peña Nieto de capturar a líderes del Cartel Jalisco Nueva Generación, desató este viernes una nueva orgía de violencia y caos en México que alcanzó cuatro estados e incluyó el cinematográfico derribo de un helicóptero militar artillado, por narcos que le disparaban desde un convoy de camionetas.
El gobierno de Peña Nieto, que venía capturando con éxito distintos capos narcos, tropezó en Jalisco cuando los criminales resistieron con éxito la ofensiva y lanzaron más de 40 narcobloqueos -cruce de autos y camiones en llamas en avenidas y carreteras- que se extendieron a cuatro estados.
El caos se desató cuando en la madrugada del viernes el Gobierno puso en marcha el "Operativo Jalisco, para detener a Nemesio Oseguera Cervantes alias “El Mencho”, líder de Cartel Jalisco Nueva Generación, junto a otros capos locales.
La caída del helicóptero militar fue confirmada por la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena). En un comunicado informaron que un grupo de personas armadas en la ruta Casimiro Castillo-Villa Purificación atacaron un helicóptero Cougar del Ejército, obligándolo a aterrizar de emergencia.
En el helicóptero viajaban 18 miembros de las fuerzas federales, entre soldados y agentes de la Policía Federal. Tres militares perdieron la vida en el enfrentamiento y tres permanecen desaparecidos.
Según informó el comisionado Nacional de Seguridad, Monte Alejandro Rubido, el ataque ocurrió cuando fuerzas federales realizaban un reconocimiento aéreo y ubicaron un convoy, que presuntamente trasladaba a los líderes del grupo.
Al verse detectados, los criminales abrieron fuego contra el helicóptero, explicó el comisionado, pegando en el rotor de cola de la nave. "Dispararon con armas muy potentes, penetraron hasta darle a la tropa", explicó el funcionario.
Fuentes del organismo federal, explicaron que entre las prioridades de la "Operación Jalisco" también figuraba la captura de Nemesio Oseguera, alias "El Mencho", otro presunto líder de la organización.
En respuesta a este ataque, los criminales lanzaron una ofensiva que rebasó las fronteras de Jalisco y alcanzó los estados limítrofes de Colima, Michoacán y Guanajuato. En Michoacán quemaron vehículos sobre la autopista México-Guadalajara. Mientrsa que en Colima, las carreteras Autlán-Tamazula y mazamitla-Tamazula también sufrieron narcobloqueos.
Lo mismo sucedió en león, Guanajuato donde hubo bloqueos en las carreteras de acceso y el centro de la Ciudad.
Los criminales robaron camiones, taxis y autos particulares y les prendieron fuego en medio de las calles. Se informó de más de 40 puntos bloqueados. En la Zona Metropolitana de Guadalajara la principal vialidad afectada fue el Periférico, pero también hubo ataques en varios otros municipios: Autlán, Ciudad Guzmán, Zapotilic, Cihuatlán, Ocotlán. Las carreteras de la entidad también fueron sitiadas. También incendiaron estaciones de servicio y al menos 11 bancos.
Ayer también, en el convulsionado estado de Guerrero, un comando de presuntos narcos asesinó al candidato a intendente del oficialista PRI, Ulises Fabián Quiroz, quien disputaba la alcaldía de Chilapa.
El candidato se encontraba viajando hacia un evento de campaña en el poblado de Atzacoaloya cuando un comando armado lo emboscó. Enseguida los sicarios lo bajaron de la camioneta lo golpearon y lo fusilaron frente a la mirada de sus colaboradores. El hecho mereció el inmediato repudio del presidente del PRI a nivel nacional, César Camacho.
Así, los sucesos del sangriento Día del Trabajador que vivió México, parecen trascender la esfera policial para configurar una verdadera crisis de Narcoinsurgencia -termino acuñado por el periodista británico Ioan Grillo- al estilo de la que vivió Colombia en las épocas de la batalla final contra el cartel de Medellín que lideraba Escobar Gaviria.
El gobierno de Peña Nieto viene intentando en su lucha contra el narco limitar la violencia en los espacios públicos, que estalló a partir del 2007 cuando el ex presidente Felie Calderón lanzó la "guerra" contra el narcotráfico. La idea de las actuales autoridades es actuar de manera más precisa en la inteligencia para concretar golpes quirúrgicos de captura de líderes narcos y descabezar así los carteles. Ayer, esa estrategia fracasó.
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La ofensiva del Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG) en contra de las autoridades mexicanas, que en el último año le costó la vida a 24 militares y policías, ya despertó la alerta en Estados Unidos. Por primera vez, el gobierno de Barack Obama los reconoció no solo como una organización delictiva, sino como un imperio criminal en crecimiento que ya sobrepasó a Los Zetas y Caballeros Templarios.
El Departamento del Tesoro, a través de su oficina para el control de Activos en el Extranjero (OFAC por sus siglas en inglés), dio a conocer un informe en el que ubica la operación del cártel en por lo menos ocho estados, con una ventaja territorial que pocas organizaciones tienen: presencia de costa a costa, del Océano Pacífico al Golfo de México, según informa el sitio mexicano Animal Político.
El análisis realizado en colaboración con la Agencia Antidrogas (DEA por sus siglas en inglés) y autoridades mexicanas, señala que además de la zona de Tierra Caliente en Michoacán y Guerrero, el cártel tiene operaciones identificadas en Jalisco, Colima, Nayarit, estado de México, San Luis Potosí y Veracruz.
“La expansión del grupo (Cártel de Jalisco) ha impactado a organizaciones rivales y en específico a Los Zetas y Caballeros Templarios a quienes les han quitado sus territorios y plazas de cobros (…) Con las nuevas zonas bajo su control, el CJNG está en posibilidades de incrementar su tráfico de drogas, riqueza e influencia” afirmó el informe de la DEA.
Actualmente, solamente el Cártel de Sinaloa tiene presencia en un número superior de estados del país según el análisis del gobierno estadunidense, aunque sin presencia en el Golfo de México.
Imperio internacional
De acuerdo con el Departamento del Tesoro, el Cártel de Jalisco apareció por primera vez hace cinco años como uno de los remanentes del Cártel del Milenio, análisis que coincide con el de las autoridades mexicanas. A partir de ahí, comenzó el crecimiento de este grupo incluso más allá de nuestras fronteras.
“El CJNG ha desarrollado relaciones con mafias que operan en los Estados Unidos, América Latina, África, Europa e incluso Asia (…) A través de la violencia y la corrupción han expandido rápidamente su imperio criminal y ahora compiten al nivel de los principales cárteles de México” declaró John E. Smith, Director Ejecutivo de la OFAC.
El gobierno estadunidense identificó como uno de los factores claves en el crecimiento del Cártel de Jalisco su alianza con el grupo conocido como Los Cuinis, también escindidos del Cártel del Milenio. Esta célula delictiva en específico tenía control sobre operaciones relacionadas con la fabricación de metanfetaminas, así como el tráfico de cocaína.
Se sospecha que con el apoyo de los Cuinis, el CJNG consolidó contactos internacionales en países de Asia como China y otros de Sudamérica, para la adquisición de los precursores químicos que se requieren en la fabricación de drogas sintéticas, uno de los principales orígenes de su riqueza.
En febrero pasado, Abigael González Valencia, líder de Los Cuinis, fue capturado por autoridades mexicanas, situación que podría debilitar a este grupo en beneficio del Cártel de Jalisco, que tomaría control absoluto de los negocios de sus socios y posiblemente de sus elementos operativos.
El gobierno de Barack Obama confirmó como máximo líder del CJNG a Nemesio Oseguera Cervantes alias “El Mencho” y lo incluyó, al igual que a su organización delictiva, en la lista de entidades especialmente designadas (conocida popularmente como lista negra) con las que está prohibido establecer cualquier tipo de vínculo comercial o financiero.
Oseguera incluso fue procesado en una Corte del Distrito Norte de California por comercialización de heroína. En 1994 fue condenado a tres años de prisión.
Tras cumplir con su condena el narcotraficante regresó a México para reincorporarse a sus actividades delictivas con el extinto Cártel del Milenio, donde permaneció hasta separarse del mismo y convertirse en líder del CJNG.
En marzo de 2014, una Corte Federal del Distrito de Columbia volvió a proceder legalmente en contra de Oseguera, luego de que un Gran Jurado lo acusó de ser líder de una empresa criminal dedicada al trasiego de narcóticos, entre otros delitos. Es decir, “El Mencho” es un prófugo de la justicia en Estados Unidos al igual que en México.