Alejandro Vanoli concurrirá el martes a la tercera reunión de la bicameral que investiga las cuentas de argentinos en la sede del HSBC de Ginebra, pero su presencia no se limitará a ese tema, sino que además deberá contar lo que sabe sobre las cuentas de empresarios y funcionarios kirchneristas es la Unión de Bancos Suizos (UBS).

Como explicó LPO, en la reunión inaugural de la bicameral los representantes de la oposición anticiparon que pedirán una investigación integral de la fuga de capitales que no se limite a las cuentas del HSBC, acercadas a la AFIP por el Gobierno francés.

Hasta ahora eso no ocurrió. En la segunda reunión Ricardo Echegaray detalló el procedimiento que los titulares de las 4040 utilizaron para evadir y las autoridades del HSBC leyeron una tibia defensa. Roberto Feletti, titular de la bicameral, los acorraló con preguntas sobre su funcionamiento que se negaron a responder.

En la última sesión Feletti difundió los titulares de las 4040 cuentas y, como era de esperar, entre sus titulares figuraban empresas enfrentadas al Gobierno como el Grupo Clarín, Cablevisión y Loma Negra. La AFIP calcula una evasión de 3500 millones de dólares.

Ahora llegó el turno de Vanoli, pero esta vez la oposición no se la hará fácil: deberá responder por todas las financieras habilitadas por su entidad que registraron cuentas en Suiza, muchas relacionadas por el Gobierno.

“Lo que ocurre es que la mayoría están en el UBS porque el HSBC no le abre cuentas a políticos, directa o indirectamente”, explicaron a LPO fuentes del Congreso.

Dos argentinos sospechados por presuntas cuentas en el UBS son nada menos que Lázaro Báez y Cristóbal López, conocidos empresarios K. El fondo buitre NML abrió una investigación en Nevada y pidió información al UBS, pero la entidad respondió que no revelaría datos en tribunales.

Para disimular este proceso, el Gobierno empuja una denuncia presentada ante el juzgado de Sebastián Casanello sobre 300 cuentas no declaradas de argentinos en el UBS, como era de esperar, la mayoría de empresas enfrentadas al Gobierno como Clarín, Loma Negra, Laboratorios Bagó y Techint.

Según publicaron los medios oficialistas, la información la habría aportado el ex banquero Hernán Arbizu, ex directivo del JP Morgan.

En su recorrida mediática señaló sin dudarlo que la fuga de divisas del país recae en cinco bancos: Citibank, con 20.000 millones de esos dólares, la UBS con 15.000; el Credit Suiss, 10.000, el Santander 8.000 millones y una cifra similar el Bilbao Vizcaya. No menciona al HSBC, al que el Gobierno le dedicó una bicameral y varios meses de investigación.

Según fuentes cercanas a la embajada de Suiza, el problema del Gobierno es que las maniobras vinculadas a Báez habrían sido tan elocuentes que la fiscalía general suiza pidió abrir una investigación, un procedimiento que ocurre rara vez en tierra helvética.

Las mismas fuentes aseguraron que el UBS fue la histórica sede de las cuentas de funcionarios argentinos. Dicen que algunas fueron tan secretas que fueron heredadas por el Banco ante la muerte de sus titulares, porque no hubo familiar que se acercara a buscarlas.

Durante la bicameral, el senador radical Mario Cimadevilla le preguntó a Echegaray sino podía pedir un informe a la justicia de Nevada, así como lo hizo con decenas de países para corroborar al ruta de las 4040 del HSBC.

“No tenemos un convenio de asistencia recíproca con Estados Unidos”, fue la excusa del jefe de la AFIP, mientras desplegaba un power point con sus tareas bilaterales.

Tanta expectativa tenía Cristina Kirchner en su ponencia que lo tuvo en Olivos toda esa mañana y lo hizo llegar tarde al Congreso.

La revelación de funcionarios y/o empresarios cercanos al Gobierno tienen dinero no declarado en otros bancos de Suiza confirmaría que la bicameral no tiene otra misión que distraer la atención, con sólo una parte de las cuentas del país no declaradas.

La información es parte de una base de datos que acercó al Gobierno de Francia el ex empleado del HSBC Helvi Falciani, pero en la oposición aseguran que nunca se supo cual fue el reporte del Estado Francés.

La expectativa ahora es cuanta información está dispuesto a facilitar Vanoli. O sea, cuanto está dispuesta a esconder Cristina.