Federico Angelini recibe a LPO en las oficinas del PRO. Resalta la imponente vista al río y de las islas que se cuela por los ventanales. De las paredes blancas del despacho no cuelgan cuadros, ni identificaciones políticas. No hay bandera ni la figura de algún prócer, tampoco biblioteca, tan solo una pizarra. Acá no tenés ni una computadora comenta el periodista, a lo que responde en tono bromista: “Para la rosca no hace falta computadora”.

La humorada refleja el rol que el dirigente cumple. Con sus 38 años, Angelini es, en gran medida, el responsable de la construcción política del PRO en Santa Fe. A pocas horas de las elecciones internas abiertas y luego de mucha insistencia, recibe a La Política Online.

¿Por qué no te gusta que te hagan entrevistas?

No es que no me gusta, es que uno maneja mucha información y algo de experiencia me falta. Tengo que aprender cómo gestionar esa información. Soy un tipo que le gusta superarse permanentemente. Tengo 38 años, estoy jugando en las grandes ligas y por eso me falta capacitarme y aprender mucho. Por eso trato de cuidarme.

Siendo tan joven ¿cómo llegaste a convertirte en el armador no sólo electoral sino quien define, en gran medida, las estrategias políticas de una estructura tan nueva pero protagonista como PRO?

Llegué desde la extrema militancia. Arranqué en el 2003 dando una mano a lo que por entonces era el partido de López Murphy. Yo trabajaba en la Bolsa de Comercio, tuve la oportunidad de irme a trabajar en el extranjero pero decidí quedarme. Pero me quedé para hacer algo en esa situación de tanta crisis. Hablé con Rogelio Pontón y me sumé al armado de López Murphy. Empecé a transitar ese camino que me encantó. Eran grupos súper minúsculos. En ese entonces, participaba de reuniones pero salía de ahí y repartía volantes o buscaba adhesiones o hacía afiliaciones en tiempos donde decir partido político era un insulto.

Aparte de la militancia; ¿qué aprendiste en este paso por el partido de López Murphy que fue sumamente cuestionado en su paso por el Ministerio de Economía en el gobierno de De la Rúa?

Era muy criticado, pero casi fue presidente en el 2003. López Murphy es una persona muy honesta, una persona seria, que la Argentina necesita o necesitaba pero era un tronco político. Cometió todos los errores habidos y por haber, y nunca supo entender lo que la gente pedía de él. Esa es la diferencia entre el dirigente y la gente. Volviendo a la pregunta inicial, tiene que ver con eso, con saber en qué está pensando o sintiendo la gente y no lo que está pensando el dirigente. Es poco en lo que yo me focalizo del dirigente, siempre lo confronto con lo que está pensando la gente. A partir de ahí se arma la estrategia y le damos el contenido que la gente necesita.

LPOLuz Núñez Soto

¿Cómo responde esa “gente”?

No tenemos rechazos, es mínimo de un sector muy minúsculo. A vos te puede gustar o no Miguel del Sel o Anita Martínez, ahora no vas a decir nunca que te fallaron. Desde el 2011, la estrategia de Miguel es no dejar de recorrer cada uno de los lugares que fuiste durante la campaña, porque eso es lo que está esperando de vos. Miguel desde el 2011 no dejó una semana sin ir a algún lugar de la provincia de Santa Fe. Anita Martínez o Roy López Molina, desde que asumieron la banca de concejal no dejaron de recorrer la ciudad. Ahora, hay una campaña de 15 a uno si la comparas (con el socialismo) pero podemos ganar la ciudad y la provincia. Si fuera exclusivamente por la campaña estaríamos fritos. Hay todo un trabajo de base que es mucho más importante que un cartel.

Sin embargo, algunos consideran al PRO un partido marketinero, que vacía el discurso político…

Nosotros llevamos soluciones a la gente, pensamos en resolver sus problemas y cuando no se puede porque no estamos a cargo del ejecutivo, tratamos de estar con la gente todo el tiempo. Hay algunos que les encanta tomar café tres horas hablando de la rosca, a nosotros nos parece una pérdida de tiempo y eso a algunos le molesta. Todo el tiempo estamos con la gente, caminando en el territorio. Hoy, el PRO está en los barrios los 365 días esté o no en campaña y eso, al dirigente que le gusta tomar café y hablar de un acuerdo para dentro de un año y medio que lo más probable que no se dé, le da bronca. Nosotros siempre estamos abiertos al diálogo pero en base a lo que necesita la gente y no lo que necesita el dirigente político.

¿Ese contacto con la gente no tendría que ser la esencia de la política?

Es la nueva forma de hacer política que no tiene que ver con las ideologías, es un movimiento que se está dando en el mundo. La gente está cansada de los políticos. Ahora, los partidos más modernos hacen política haciendo cosas. Como sugerencia les digo a las estructuras políticas, a todas, nuevas y viejas, que tomen menos café y estén más en los territorios.

¿Es por esta disconformidad con la dirigencia política que buscan personajes del ambiente artístico o de la TV como del Sel o Anita Martínez?

Vos necesitas un piso de conocimiento. Del Sel hacía años que quería involucrarse en política. Nosotros le llevamos una propuesta y la aceptó. Si había alguien que no pertenecía al kirchnerismo era Miguel que hacía años venía criticando. Anita, desde el 2011 veníamos trabajando con ella en actividades en clubes de barrio donde nos daba una mano. Pero además, si no sentís lo que es la gestión pública, política, no sos creíble. Y Anita y Miguel si lo sienten, por eso la gente les cree.

Previo a la incorporación de Miguel del Sel o Anita Martínez, cuando te tenías que juntar con un Nicotra, o con Alejandra Vucasovich, Spinozzi y ahora Reutemann, dirigentes que ya tienen sus mañas ¿cómo te ganaste el respeto de todos ellos?

Primero, porque son personas respetuosas, con mucha experiencia y de saber cómo plantear estrategias. En muchos temas pensamos distintos. Algunos piensan en las estructuras y yo de otra manera, pero nos respetamos. Ellos aportan una parte y yo otra. Al principio, si mi parte no daba resultado no me iba a ganar el respeto. Yo para haber ganado el respeto de ellos tuve que pasar primero la prueba y eso es lo que me da la posibilidad de sentarme y sentirme cómodo con estas personas.

¿Cuál fue esa primera prueba que tuviste que pasar, la de haber apostado por Anita Martínez en la interna con Diego Giuliano?

En el 2007 comienzo a trabajar en la gestión de Mauricio Macri en Buenos Aires. A los tres meses era Subsecretario de la gestión. Tenía 31 años y estaba a cargo de toda la emergencia habitacional de la ciudad de Buenos Aires en villas y asentamientos. Para mí era demostrar que se podía. Obviamente que necesitas un gran líder para que te banque en eso. Me apoyaron Esteban Bullrich, Francisco Cabrera y el propio Mauricio Macri. Cada vez que había noticias mías eran malas noticias, yo estaba en la trinchera permanentemente. Tuve un aprendizaje muy fuerte.

Cuando Buenos Aires se inundaba

Claro, cuando Mauricio sale a decir esa verdad ‘muchachos, de acá a cuatro años se va a inundar’ eso fue bravo. También en Argentina tenemos que acostumbrarnos a vivir un poco con verdades.

Volviendo a la prueba que tuviste que pasar…

En el 2009 vino la elección con Laura Weskamp. Amigos de Buenos Aires me preguntaban ‘che, sacamos el 2 o 3 por ciento’ yo les decía no, tenemos que sacar más. A tres días de las elecciones me decían que sacábamos no más del 3%. Laura terminó siendo concejal. Luego, desde el 2007 me ayudó mucho Roy López Molina, es una persona brillante que no tiene techo en la política. Tiene futuro con proyección nacional. No sólo entiende la política, sino también la política pública. Tiene gran facilidad de adaptarse a las distintas negociaciones. Ya en el 2009, con un concejal, se acercó mucha gente. Mi núcleo de consulta es gente totalmente desconocida. No vienen de los partidos políticos, salvo Alejandra Bucasovich

Cuando se da y por qué causas la ruptura con Weskamp

Fue un malentendido respecto a una candidatura pero nunca hubo mala fe. Hoy, pasado el tiempo, está trabajando con nosotros nuevamente. No fueron cuestiones personales sino netamente políticas.

Anita Martínez es concejal desde hace un año y medio mientras que Roy López Molina ha acumulado mayor experiencia política. ¿Que incidió para elegir a Anita candidata a intendente?

Primero, Roy no se sentía maduro o en el momento para tomar esa decisión. Siente que aún no es el momento de dar el paso al ejecutivo sino que necesita cuatro años más de legislativo.

¿Y Anita sí?

Anita aceptó, no fue fácil convencerla, pero se dio cuenta que estaba con un equipo que la respaldaba. ‘Yo me tiro a esta candidatura pero si existen chances reales de ganar la intendencia y no para sacar 20 puntos’ nos puso como condición. Aparte, un equipo que la respalde. Se siente muy bien emocionalmente con todo su entorno. Más allá de la experiencia o no, obviamente que Roy tienen más, Anita tenía la decisión de ser candidata a intendente y eso es muy importante. La elección la hicimos todos, no es como leí en algún medio que Macri eligió a Anita por sobre Roy, no. Tomamos la decisión y se la comunicamos a Mauricio.

LPOLuz Núñez Soto

El silencio como clave

Vos estuviste algo que ver con la incorporación de Carlos Reutemann…

Algo.

Contame esa experiencia

Yo no lo conocía. La primera vez que lo vi fue en diciembre del 2013 tomando un café junto a Alejandra Vucasovich, Charly Cardozo y Roy López Molina. Alejandra tiene una amistad por fuera de la política y de mucho tiempo. Me rio cuando dicen ‘yo hable con Reutemann’ porque la única persona que yo puedo decir que habla con el Lole y casi todos los días es con Alejandra. A partir de ahí me quedó picando la idea, coincidíamos en muchas posiciones. Ahí es cuando él hace lo mismo que Mauricio, lo apoyó a Massa porque era el momento de no a la reelección indefinida. En noviembre del 2014 me reúno de nuevo con el Lole y Alejandra. A partir de ahí, comenzamos con charlas mas seguidas y a hablar de temas políticos. Tiene una visión de la política muy similar a la que tenemos nosotros. Aparte que el Lole tiene una amistad de hace treinta años con Macri.

Luego de varias reuniones, incorporamos al jefe de campaña de Mauricio, Emilio Monzó, pero siempre con un muy cuidadoso sentido del silencio. Silencio estampa. Si salió la cosa fue porque fuimos lo suficientemente inteligentes para que el proyecto sea más importante que una primicia o una nota periodística. Las conversaciones empezaron en noviembre y terminaron el día de mi cumpleaños el 19 de febrero, flor de regalo. Haber mantenido el silencio era muy importante.

¿Fue una garantía que le dieron a Reutemann?

Es garantía de conocer y respetar como es una persona. Nosotros sentíamos que eso no podía hacerse público hasta que el Lole y Mauricio así lo creyeran conveniente. Nosotros sabíamos que Mauricio ya habían tenido dos reuniones. El silencio era respeto para ambos. Fue conocer y respetar porque a veces, los proyectos grandes se caen por pavadas como tener una primicia. Y a mí no me interesa la nota, me interesa la construcción.

LPOLuz Núñez Soto

¿Cuál fue el primer ofrecimiento que le hicieron?

Nos juntamos y dijimos vamos a hacer esto juntos. No dijo, quiero ser candidato a tal o cual lugar, no hubo nada de eso. Si vos sabes que lo único que pide es mantenerlo en silencio, vos lo haces y le demostramos que somos confiables. Para nosotros, mostrar la jugada que le estábamos haciendo a Massa era importante, pero dijimos, esperemos los tiempos, construyamos algo más importante que un candidato.

¿Cómo concilias una figura como Reutemann que es cuidadoso, cauto con Miguel del Sel?

Es una combinación explosiva. Fue muy interesante verlos caminar por Expoagro. Iban juntos y vos veías a dos personas que son muy distintos pero que tienen una cercanía muy importante con la gente. La verdad es que fue impresionante.

¿Reutemann le tiene paciencia a Miguel?

Acá no hay cuestiones personales, sino que son dos formas de ser. Uno es calmo, callado y Miguel tiene toda la fuerza que tiene que tener alguien que quiere ser gobernador de Santa Fe y más ahora, con la crisis que estamos viviendo. Necesitas tener muchas ganas…

Ganas y capacidad

Si, la capacidad de liderar. En la política de hoy no viene el líder mesiánico que dice vamos para allá y van todos. Tenés que tener la capacidad de liderar un grupo que sea capaz de gestionar. Macri en Buenos Aires no es la persona que hizo el Maldonado o el que hizo el Metrobus, sino que lideró un equipo que supo comprender que necesita la ciudad. Es un equipo. En Rosario y Santa Fe estamos armando equipos. Por eso, cuando hay algunos prejuicios de parte de algunos intelectuales al PRO les digo vení y participa. Nosotros armamos equipos, lo del líder mesiánico la gente ya no lo resiste

¿Pensás que no puede existir más un movimiento con las características del peronismo?

Algunas cosas el peronismo tienen que cambiar. De hecho, si vos ves la campaña del Movimiento Evita con Rosúa y Toniolli, es una campaña moderna. Cambiaron los tiempos, hay que adaptarse, los que no lo hicieron…

¿Ustedes iniciaron conversaciones con Perotti?

Si, hemos conversado con toda las personas que creemos que pueden aportar, con María Eugenia -Bielsa-, con Perotti, con Javkin, con Barletta. Porque quiero un gobierno de mucho dialogo y cercanía con las referencias políticas. Te pongo un ejemplo, con la crisis con el narcotráfico, Miguel fue y dijo al gobernador, estoy para lo que necesites, y lo único que le pidió fue: pintame las rayitas de las rutas. Bonfatti le preguntó, de cual ruta, de todas le contestó Miguel

Acuerdo radical

LPOLuz Núñez Soto

Tienen un acuerdo nacional con el radicalismo y provincialmente incorporaron a Reutemann. ¿Cómo lo equilibran?

El PRO es frentista, quien no entienda eso no puede estar acá. Hoy lo tenemos a Jorge Boasso y participa de todas las decisiones que tomamos, no queremos que sea como la mayoría de los vicegobernadores. Queremos que participe del gobierno. No hay buenas experiencias con los vice lamentablemente. Nosotros queremos que sean activos porque somos frentistas. En Buenos Aires, nuestro jefe de bancada es peronista, tuvimos demócratas progresistas, radicales. Lo que no está en discusión es el frentismo. Tomamos lo mejor de cada sector.

La incorporación de Jorge Boasso fue un anticipo del acuerdo nacional y aparte, les dio un plus, sobre todo en Rosario, donde hace veinte años que es concejal. ¿Cómo fue la seducción de este dirigente?

Fue simple, ya venían charlando con Roy hace rato. En el 2013 tuvimos un acercamiento mas electoral que no se pudo dar. En el 2014 trabajamos muchos proyectos en conjunto. No todos porque no pensamos cien por ciento igual. A finales del año pasado le hicimos una oferta concreta: nosotros necesitamos que vos participes de nuestro proyecto, coincidimos en muchas cosas, más de las que no coincidimos por eso para nosotros es importante que participes. Le dimos las tres alternativas, en lo nacional, lo provincial o municipal. Ser candidato nacional, acompañando en la provincia a Miguel o yendo a internas por la intendencia de Rosario. Eligió la segunda luego de varias charlas profundas con Miguel.

¿Con la tercera propuesta, de competir en internas con Anita, no se sintió despreciado?

¿Por qué?

Por proponerle ir a internas con Anita a un dirigente que hace 20 años que es concejal. Quizá con el temor de perder con alguien tan nuevo como Anita.

No sé como hubiese salido esa contienda, si se que de ahí salía el próximo intendente de Rosario. No sé quién podía ganar. Igual, valoramos el aporte de Jorge porque ayudó mucho a ganar confianza de cierto sector del electorado rosarino que tiene un preconcepto del PRO.

¿Cómo analizan al voto radical en la provincia?

El voto radical es un voto opositor a Lifschitz. No lo digo solo por intuición sino con los números. Muchos votos de la interna son opositores al socialismo, más que nada en Rosario. Si sos rosarino y lo votas a Barletta significa que no te interesa el proyecto de Lifschitz: ¿por qué lo vas a votar en las generales? Nosotros medimos todo y vemos que muchos que votarían por Barletta no lo harían por Fein o por el actual gobierno, hay mucho rechazo, la gente está viviendo muy mal. Obviamente que hay una cobertura mediática que no refleja lo que está pasando en la sociedad, eso lo tenemos claro. Por eso nuestra competencia no es en los carteles, en los diarios, sino mano a mano.

Las críticas al PRO, tanto del kirchnerismo como del socialismo, es que ustedes representan los 90, la derecha, el neoliberalismo.

No la veo a Anita Martínez de derecha. La ideologización entre derechas e izquierdas hoy es tan antigua, se quedaron veinte años atrás. La sociedad va para un lado y estos se quedaron hablando de neoliberalismo.

Para vos ¿qué lugar ocupa el Estado como regulador de aspectos de la vida social?

En los lugares más vulnerables el Estado tiene que tener una presencia al cien por ciento. Tenemos que estar hoy donde los socialistas hicieron desaparecer al Estado. Hoy, los clubes, los comedores son financiados por bandas para mantener la paz. Hoy el Estado está ausente pero cada vez hay más empleados públicos. En vez de estar trabajando ahí, teniendo mucha presencia con políticas públicas están en las oficinas con aire acondicionado. De qué estado estamos hablando, de un Estado grande pero para la burocracia. No es eficiente para los problemas, vos ves un Estado municipal totalmente ausente en los barrios, no te lo digo yo, te lo dice la gente, el presidente del club, la señora que tiene el comedor. En Buenos Aires no hubo gobierno que hiciera mayor plan de urbanización en las villas que el de Mauricio Macri. Urbanizamos y escrituramos.

¿Entonces el socialismo está a la derecha del PRO?

No, el PRO trabaja para solucionar los problemas de la gente mientras que el socialismo se olvidó de la gente.

¿Por qué Federico Angelini no está en la primera línea de las candidaturas?

En un equipo hay roles. Esta el 9 que hace los goles, el 10 que tiene el rol de armar y el cinco que tiene que estar para que el nueve haga el gol y el 10 lo asista. Me siento muy cómodo en ese rol, de cinco. En un equipo tiene que saber qué lugar tiene cada uno. Si no sabes eso, estas condenado a un éxito efímero o un proyecto personalista y lo personalista termina muy pronto. Nosotros estamos construyendo equipos que van por sobre cualquier persona y eso es lo más importante. Me siento cómodo siendo el 5 del equipo. Quizá en otro momento puede ser, no estoy en los afiches pero trabajo para que ese fulano lo esté y eso es lo que me gusta. Hay muchos que necesitan verse en el afiche sino se muere, a mi no me pasa.