Luis Juez aceptó abandonar la carrera por la candidatura a gobernador de la denominada Triple Alianza UCR-PRO-Frente Cívico, y Ramón Mestre prometió analizar seriamente la posibilidad de hacer lo mismo, para cederle ambos el paso al favorito de Mauricio Macri, Oscar Aguad.

Así lo dispusieron Juez y Mestre al final de las reuniones que, por separado, tuvieron con Macri en la oficina del jefe de gobierno porteño.

Macri siempre quiso que Aguad sea su candidato a gobernador, acompañado posiblemente por el ex árbitro Héctor Baldassi.

Sin embargo, no puede afirmarse todavía que el acuerdo haya sido cerrado y que la Triple Alianza cordobesa haya llegado a ver la luz.

Macri le planteó a Mestre, además de la candidatura de Aguad y el camino reeleccionista del intendente, una serie de exigencias que serán difíciles de soportar para el radicalismo cordobés.

La primera es que la lista de senadores nacionales le corresponda por completo. Esto es, que el primer candidato sea Luis Juez y la segunda (mujer obligatoriamente) una macrista. Como se sabe, hasta ahí llega la lista de aspirantes a la Cámara Alta nacional.

La UCR tiene actualmente una banca, ganada precisamente por Mestre en 2009, y el acuerdo nacional con el PRO debería garantizar que los radicales conserven lo que actualmente tienen. Esto no se cumpliría con el plan de Macri. Además, habría algunos dirigentes de mucho peso en la UCR cordobesa, como Mario Negri, que aspirarían a llegar al Senado.

Respecto a la lista de diputados nacionales, el PRO quiere el segundo y el cuarto lugar, permitiendo que la UCR tenga el primero, el tercero y el quinto. En Córdoba se eligen nueve diputados nacionales, por lo que muy probablemente el reparto de bancas efectivas termine siendo igual.

Pero lo más complicado se esconde en las pretensiones de Macri para la lista de candidatos a legisladores provinciales.

Los dieciocho de la lista sábana serían, según Macri, repartidos en partes iguales para el PRO, la UCR y el Frente Cívico.

Esa distribución no alcanzaría a satisfacer las necesidades mínimas del radicalismo cordobés, que está dividido en siete grupos internos con fuertes referentes.

Las negociaciones deberían llegar a su fin antes del martes 21, fecha en que en la UCR deben inscribirse los nombres de los candidatos para la interna.