Adolfo Rodríguez Saá quiere poner al gobernador de San Luis, Claudio Poggi, como el vicepresidente de Sergio Massa, si es que finalmente el peronismo opositor decide acordar una fórmula y descarta la posibilidad de una primaria en la que también jugaría José Manuel de la Sota.

Anoche, el tigrense y el cordobés dieron un contundente gesto de acercamiento al mostrarse juntos en la cena anual de Cippec, luego de algunos cortocircuitos que habían puesto en peligro las negociaciones para que el peronismo federal se una de cara a las PASO. Rodríguez Saá, impulsor del acuerdo, sería el tercer precandidato de la primaria, aunque también baraja la posibilidad de una fórmula de unidad.

La idea de la primaria al que más le cierra es a Massa. El líder del Frente Renovador pretende darle mayor volumen a su espacio, y el aporte del puntano y el cordobés podría darle puntos clave en la primera vuelta. El tigrense lograría además crecer en Córdoba y Cuyo, donde tiene falencias para crecer y donde sus posibles competidores son muy fuertes.

El Adolfo acepta la posibilidad y ya lanzó su candidatura presidencial. Pero no está del todo convencido de competir otra vez a nivel nacional. Los motivos son que ya no mide como otros años y que observa que no tiene lugar en la polarización que se va definiendo entre Daniel Scioli y Mauricio Macri.

Incluso, el ex presidente cree que tampoco Massa la tiene fácil para encontrar su lugar en ese contexto de polarización, aunque cree que si logran consolidar el espacio del peronismo opositor podrían terciar en la pelea. Ese parece su objetivo para los próximos meses.

Sin tanto ánimo de competir, Rodríguez Saá empezó proponer la fórmula de unidad con Massa a la cabeza. El nombre del Adolfo para ese lugar es el de Claudio Poggi.

Hábil para las negociaciones, Rodríguez Saá plantea que de esa forma el líder del Frente Renovador podría mostrar una alianza fuerte con un gobernador, algo que hasta ahora no ha conseguido.

El único mandatario que parecía desembarcar en el FR era Alberto Weretilneck, pero el acuerdo entró en una zona gris y ni siquiera llegaron a mostrarse juntos. El rionegrino evita mostrarse como el candidato de Massa para no romper su espacio, y el tigrense prometió varias veces una visita que no se concretó.

El Adolfo no sólo quiere hacer valer su peso electoral en Cuyo, sino también el aporte en materia económica que podría hacer para la campaña, teniendo en cuenta que maneja a la única provincia que no depende de los recursos de Nación. Massa, como explicó LPO, enfrenta desde hace unos meses dificultades para financiarse.

De todos modos, Rodríguez Saá también admite que si el cordobés acepta bajarse de la carrera presidencial, una fórmula Massa-De la Sota sería mucho más fuerte. En este caso, habrá que ver qué pide para desistir de poner a su hombre.

La negociación con Poggi

Semanas atrás, el gobernador de San Luis anunció que desistía de pelear la reelección y que dejaba el camino libre para el retorno de Alberto Rodríguez Saá. La decisión sorprendió incluso a la oposición puntana porque Poggi medía mucho más que el ex mandatario.

La decisión de Poggi se dio tras un pedido del Adolfo para que baje su candidatura y no enfrente a su hermano. Pero ni siquiera el propio senador estaba tan convencido de bajar al actual gobernador. La feroz presión de Alberto fue el factor determinante.

Este fin de semana el peronismo puntano se reunió y terminó de definir el esquema para octubre. Los Rodríguez Saá le ofrecieron a Poggi encabezar la lista de diputados nacionales, algo que en principio aceptó, aunque eso no por supuesto que no descarta la posibilidad de ser vice de Massa.

Pero lo que no aceptó Poggi es la idea inicial de los hermanos Rodríguez Saá de llevarlo como candidato a intendente de la Ciudad de San Luis. En la capital provincial gobierna el kirchnerista Enrique Ponce, y el único con chances de ganarle sería el actual gobernador. Pero se negó de forma terminante.